𝐈 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐘𝐎𝐔, Teddy Pierce ╠#1╣TERMINADA

Capítulo Diez: Canción Favorita de Navidad

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SOPHIA :

Algo comienza a sonar en el bolsillo de Teddy. Adentro mi mano. Ambos me miran.

—¡La bolsa de juguetes! —exclama Katie.

—¡Debemos estar cerca!

—¿Dónde creen que sea?

—Debe estar cerca. —contesto.

Miro hacia todos lados, los edificios, más casas, los autos. Todo es tan hermoso.

—¡Bajemos! ¡Será más fácil buscar desde el suelo!

—¡Bien!

Me afirmo de la cintura del chico delante mío, y sonrío inhalando el frio aire.

—Come un poco. Anda. —Katie le muestra un dulce a Commet.

—Vamos. —Teddy toma mi brazo, y yo el de Katie.

—Esperen... e integrense.

—¡Katie, vamos!

Todos comenzamos correr, siguiendo el ruido de la pelota —Estamos cerca.

—¿Estará en la iglesia?

—No. Tiene que estar en un lugar de por aquí.

—Sí.

Todos nos detenemos. La canción que proviene hace que un nudo inconsciente se forme en mi garganta.

—Esta era su canción favorita.

—La cantaba todas las Navidades.

Llevo mi mano hasta la del castaño a mi lado, y da un apretón.

—¿Sabes? No he ido a la iglesia desde que...

—Lo sé. Yo tampoco.

—Ni yo.

Veo sus ojos cristalizados, y frunzo mis labios. Separo nuestras manos cuando veo intenciones de alejarse, y mira su navaja.

"UN PIERCE SIEMPRE PREVALECE"

Katie se acerca a él.

—¿Qué pasa?

—Nada, Dios. ¿Te importaría dejarme solo un minuto?

La navaja cae, y la pequeña la toma. Se la entrega nuevamente. Teddy se sienta en las escaleras.

—Estaría muy decepcionado de mí —no levanta la mirada— Sé que mamá lo está.

—Es porque en el fondo sabe... que no eres un desastre completo.

Ríe.

—Gracias. Me haces sentir genial. —agradece en un tono sarcástico.

—Lo siento.

Ambas nos sentamos a su lado.

—No, me lo merezco. Sé que fui un mal hermano y... —no encuentra un nombre para nuestra relación.

Y por alguna razón me hace reír, ya que normalmente sólo hubiera dicho "Amigo".

—Estoy furioso con él. Pasó muchos años ayudando a otros, pero ¿dónde está ahora cuando lo necesito? —quedamos en silencio— ¿Por qué se metió en ese estupido incendio? Tenía esposa tres hijos, y lo dejó todo por salvar a unos desconocidos —deja caer sus lágrimas— Y ahora daría cualquier cosa por decirle...