Oye capitán, ¡me gustas! ➜ ᴋᴏᴏᴋɢɪ

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—¡Reúnanse! —ordenó el entrenador Kang.

—A pesar de ser bajito... intimida —le susurró Seokmin a Hoseok. Este último le dio un manotazo provocando la risa del mayor.

—¿Qué es esta vez? —bufó Joshua—. ¿Cancelaron el campeonato?

—¿Quedamos mágicamente fuera de juego? —le siguió Minho.

—¿Va a renunciar como nuestro entrenador? —bromeó Beomgyu.

—Ya quisieran —espetó Kang dándole un golpe en la nuca a Choi—. Déjenme hablar trio de desesperados. No es nada grave. En realidad, hubo una modificación en la final de temporada.

—¿Para cuándo?

—Noviembre.

—¡¿Noviembre?! —jadeó Yeonjun—. ¿Pero por qué noviembre?

—Porque los playoffs tomarán más tiempo.

—Que yo sepa en Busan no hay tantas escuelas, ¿qué puede tomar tanto tiempo? —quiso saber Hoseok.

—No las hay, pero al ser nacionales, por razones obvias requieren más tiempo del estimado.

—¿Eh? ¿Desde cuándo?

—Desde hoy en adelante.

—¿Competiremos contra toda Corea? —gritó Beomgyu exaltado.

—En efecto.

—¿Cuándo agarramos tanto vuelo?

—Desde que se dieron cuenta que hay potencial a nivel nacional.

—¿Eso quiere decir que estaríamos jugando en otoño?

—Exactamente

—¡Gracias a Dios! —exclamó Seokmin elevando sus brazos al cielo—. Nos salvamos del sol de verano.

—Sí, Lee. Recuerden que mañana es su primer partido contra rivales conocidos.

—¡Ah, nuestros mejores amigos! —rio Yeonjun—. Será una masacre igual que siempre.

—Su entrenador no dice lo mismo, Choi.

—Su entrenador suele hablar mucho y hacer poco, entrenador Kang.

—No puedo decir lo contrario. Jugaremos de local.

—Jugar en casa es sinónimo de juego limpio sin trampas y pisos resbaladizos.

—Me reuní con el director —dijo Yoongi recibiendo las miradas de todo el equipo—, nos tiene camisetas nuevas.

—¿Tú estás seguro de eso, Cap? —preguntó Minho.

—Cien por ciento. Las vi —sonrió Yoongi.

—¿Qué clase de brujería es esta? Ese viejo es un completo tacaño. Le rogamos por años que nos comprara camisetas y nunca lo hizo. Nosotros mismos tuvimos que ahorrar para comprarlas. ¿Qué le hiciste, Capi? ¿Lo amenazaste? —Joshua estaba muy sorprendido.

—Sin amenazas. Simplemente le aseguré que traeríamos el trofeo a casa.

—Min... —reprendió Kang.

—¿Qué, entrenador? He trapeado el piso con mis chicos. No hay margen a errores. Tenemos un buen equipo y un excelente trabajo en equipo.

—Yo verifico que literalmente trapeo el piso con nosotros. Ayer apenas pude regresar a casa —lloriqueo Beomgyu.