Latido 5

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Dazai entro a la casa de Chuuya como si fuera su casa, llevaba una mochila en una y una bolsa en otra, sonrió ante la mala mirada de Kouyou al verlo

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Dazai entro a la casa de Chuuya como si fuera su casa, llevaba una mochila en una y una bolsa en otra, sonrió ante la mala mirada de Kouyou al verlo

- ¿No sabes golpear, mocoso? – le espeto está molesta apuntándolo con un rodillo para amasar

- ¿No es esta mi casa ahora también, mi querida suegra? – no es que estuviera saliendo con Chuuya, pero ya le había dicho a Kouyou que tarde o temprano se lo iba pedir

- No me digas así – Kouyou lo miro llena de molestia

Daza se rio divertido, acostumbrado a esta rutina, sin dejar de sonreír, dejo una caja con pasteles sobre la mesa, nunca llegaba con las manos vacías a esa casa, además, a Chuuya le gustaba el pastel

Kouyou suspiro, dejándolo pasar hacia la escalera

- No lo molestes, no se encuentra bien hoy – espeto ante de volver a la cocina

Dazai asintió, corriendo por las escaleras hasta llegar a la habitación de Chuuya

- Hola, Chibi – dijo con una sonrisa al verlo sentado en la orilla de la cama leyendo una revista – Me dijeron que no te sentías muy bien

El pelirrojo lo miro fijamente, sin dejarle de ver los labios

- Estoy bien – susurro luego de leer bien las palabras que le decía

El castaño de inmediato se dio cuenta de ese detalle, ya llevaba casi cinco meses acompañando a Chuuya, así que sabia cuando este no estaba escuchando, al igual que sabia como no hacerlo sentir mal por ello

- Hoy paso algo genial – conto el castaño dejándose caer al lado de Chuuya, recostando su cabeza en el regazo del pelirrojo, de tal modo, que pudiera ver sus labios sin esforzarse – Mori-san me regalo un cachorro, dijo que era para que aprendiera a ser mas humano o no iba a manejar bien la empresa

Ante eso los ojos del pelirrojo brillaron

- ¿Cachorro? Pero si a ti no te gustan – susurro emocionado

- Sip, los odio, por eso se supone que tengo que aprender a quererlos para generar empatía, no sabía que nombre ponerle así que lo traje hasta aquí – comento señalándole la mochila que traía consigo mientras se incorporaba

Chuuya camino rápidamente hacia ella, sacando a un bonito perro negro, sonrió encantado ante eso

- Eres un idiota, Dazai – le espeto sonriendo mientras cargaba al animalito – No tienes que llevar los animales así - regreso a sentarse en la cama, mirando al cachorro dormitar

Dazai se encogió de hombros, sonriendo para si mismo al ver que Chuuya se veía mejor, luego de unos minutos en silencio el pelirrojo comenzó a hablar

- Me quitaron los audífonos hoy, así que perdón si hablo muy fuerte – susurro con la mirada perdida – Dijeron que ya no me servían y que tenían que ser cambiados por los últimos, mañana me los darán

El castaño lo miro ante eso, sabía qué con "últimos" se refería a su última oportunidad antes de dejar de escuchar.

Dazai abrió sus brazos, gesto que Chuuya miro por un largo rato antes de suspirar y abrazarlo, escuchando las vibraciones del corazón del castaño, sintiendo como este acariciaba su cabello con cariño

Luego de un rato el pelirrojo se separó encontrándose con la mirada del castaño quien elevo ambas manos en su dirección

- "Estuve practicando para decirte algo" – le comento moviendo sus manos a la perfección

Chuuya se rio ante eso

- "¿Qué quería decirme?" – contesto con una gran sonrisa

Dazai dudo unos segundos antes de mover sus manos, indicando unas palabras que provocaron que el pelirrojo inhalara con fuerza

- "¿Lo dije mal?" – comento el castaño avergonzado

Chuuya lo miro fijamente antes de asentir, sorprendiendo al castaño quien se congelo en su lugar, al menos hasta que el pelirrojo se acerco a su rostro posando sus labios con cariño sobre los de Dazai, fue un beso muy dulce

- "Así se dice "te amo", Dazai" – se burlo con una sonrisa el pelirrojo cuando se separo

Dazai lo miro consternado por la burla, optando por agarrarlo por la cintura y arrastrarlo a otro beso, en el cual el pelirrojo no dudo en corresponder

El castaño sonrió ante eso, un beso con la persona que amas se siente distinto, las manos sudan, los nervios no saben detenerse y los latidos del corazón se aceleran como si estuviera a punto de detenerse

Si, el beso con la persona que mas amabas era algo que no quería olvidar 

Si, el beso con la persona que mas amabas era algo que no quería olvidar 

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Latidos - Soukoku (Terminado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora