Latidos - Soukoku (Terminado)

Latido 7

Dazai ya llevaba cuatro años junto a Chuuya, y no pudo evitar pensar en cómo había pasado el tiempo

A los 17 años se enamoro

A los 18 años lo demostró

A los 19 años ya vivían juntos

Nunca pensó que podría ser tan feliz, y, aun así, ahora sus manos temblaban mientras miraba la puerta de su departamento, antes de armarse valor y abrir la puerta

- Estoy en casa, Chuuya - hoy se había escapado temprano de clases, sabiendo que Chuuya estaría ya en casa

Tal como pensó, su novio estaba pintando junto a la ventana, era un hermoso cuadro del cielo, casi podía sentir la vida en cada pincelada, sin duda, era el más talentoso ser y ahora, su hermoso ángel le iba a romper el corazón

- Chuuya - llamo de nuevo con los puños apretados

Se quedo quieto, esperando a que el pelirrojo se girara, pasaron 10 minutos antes de que el pelirrojo dejara de pintar, sobresaltándose cuando sus miradas se encontraron

- Hola, cariño - Dazai le sonrió con dulzura

El pelirrojo dejo caer el pincel que sostenía en sus manos, manchando el suelo de azul, miro fijamente a Dazai mientras las lágrimas caían con libertad desde sus ojos

- ¿Ya lo sabes? - susurro sin dejar de llorar, ni siquiera trato de limpiar sus lágrimas

- Me llamaron cuando te retiraste corriendo de clases - comento llegando a su lado

Chuuya comenzó a sollozar, cubriendo su rostro desesperado

- Ya no puedo...escucharte - admitió sin poder mirarlo a los ojos, hace solo una semana había cumplido 20 años, la advirtieron que esto pasaría, y aun así, no estaba preparado para dejar ir la voz de Dazai, por eso no quería aferrarse a nada, porque, si no se hubiera aferrado no estaría sufriendo tanto como ahora - Ya no puedo escucharte, Dazai - repitió, sus piernas fallaron, cayendo al suelo mientras dejaba que su desesperación cayera sobre él

Dazai se apresuró a sostenerlo entre sus brazos, dejando que llorara todo lo que quisiera, se supone que estarían preparados para cuando ese momento llegara, sin embargo, el dolor de la situación había superado al pelirrojo, rompiendo el corazón del castaño por cada lágrima que escapaba desde sus ojos

- No volveré a oír tu voz - sollozo golpeándolo con el puño en el pecho, aunque sin mucha fuerza - Nunca más escucharé cuando me dices te amo, cuando hablas medio dormido o cuando cantas esas horribles canciones

Dazai cerró los ojos antes las dolorosas palabras del pelirrojo, abrazándolo con más fuerza antes de que, poco a poco, lo separara para que lo mirara a los ojos, ahuecando el rostro lloroso del pelirrojo entre sus manos

- Cariño - modulo con una suave sonrisa, limpiando las lágrimas del pelirrojo con sus manos - No tienes que escucharme para que sepas que te amo - con cuidado guio el oído de Chuuya a su corazón

El pelirrojo se sobresaltó al sentir las vibraciones de cada latido, latidos que siempre sonaban así cuando estaban cerca el uno del otro, sollozo ante eso, escuchando cada pequeña vibración.

Dazai lo sostuvo contra su pecho, justo sobre su corazón, dejando que Chuuya se apoyara en esos latidos que solo existían para él