VIII

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¿Magia? ¿De verdad puedo aprender magia? la chica frente a él asintió contagiada con la emoción que el peliverde transmitía. Ella le había comentado sobre el puesto disponible para trabajar de soldado a disposición del rey, algo que en un principio le asustó un poco, pero poco le duró al pensar más allá de sólo muerte. Podría aprender magia y salvar a otros con ella.

Le explicó que la mayoría de los seres podían aprender a manejar algún tipo de magia esforzándose en practicarla, de esa forma algún Dios se interesaría de su empeño y lo bendeciría obteniendo así una "marca de maná", algo que Izuku comparó a un tatuaje. Este se hallaba en la muñeca derecha y podía tener distintas formas, colores y aspectos.

Necesitas poner todo en esto, te diré los ejercicios que debes hacer  y así fue. Por largas horas durante días estuvo practicando varias cosas. Mantener la calma, intentar hechizos de expulsión de ondas que era magia básica, mover cosas con esas mismas ondas y tratar de expulsar maná o brisa en un pequeño espacio lleno de plantas que se esconden al verte.

Izuku no pudo expulsar ondas, maná ni mover cosas.

Estuvo largos días y semanas trabajando en ello, pero no lograba nada. En ese tiempo algunos trabajadores del castillo habían descubierto al peliverde, pero Uraraka se encargó de que no fuese mencionado ante el rey. Al menos no aún que no había ningún progreso, la chica estaba comenzando a sospechar que se trataba de esos pocos casos en que un individuo era rechazado por todos los dioses y nunca podría usar magia.

De ser así era una desgracia, no podría ser soldado. Alguien sin magia en medio de una guerra sería visto como un suicida. Estaba buscando alternativas de trabajos en caso de ser así, Izuku comenzaba a frustrarse de ello. Tanto tiempo hablando con la chica sobre el uso de la magia y el ser un buen soldado, emocionándose con todo eso y que al final no pudiera lograr nada.

Podríamos llevarlo a Naseen  mencionó Iida en un reencuentro detrás de la muralla. Ahí solían verse ambos como jóvenes enamorados que tenían prohibido verse y lo hacían a escondidas de sus familias, sólo que en este caso sólo eran amigos... claro el rey Toshinori podría ofrecerle bendición

¿Así sin más?  Izuku se hallaba a pocos metros de ellos trabajando aún en la magia de ondas.

 Le he comentado sobre la dedicación que demuestra Midoriya y se ofreció a bendecirlo si aún no hay resultados los ojos de la chica parecieron brillar intensos de nuevo. Sin demora llamó al peliverde y frente a él aceptó la ayuda del rey de Naseen.

Para ese entonces Uraraka ya le había comentado brevemente de otros reinos, pero sobre todo del propio, Ninrah. El gran territorio que tenía, sus diversas especies, la magia principal usada ahí, sus disputas con otros reinos sin entrar en demasiados detalles pues incluso ella desconocía todo sobre eso, pero sobre todo de su rey. Bakugo Katsuki.

Lo había visto en pocas ocasiones mientras se movía dentro del castillo, la chica y Yaoyorozu le explicaron que aún no debía presentarse a él pues sería echado. "Bakugo no es tan malo, sólo se guiará por las leyes" había dicho Momo. Tenía curiosidad sobre él, solía observarlo de lejos de vez en cuando desde hace ya un tiempo y creía conocerlo un poco.

Gruñón, se frustraba con casi todo y solía encerrarse en su habitación casi todo el día. A pesar de todo eso, logró ver en él algo en común. Él también parecía sufrir por algo, su mirada al estar "solo" lo delataba. En su interior había algo que le pedía abrazarlo, así era. Quería ayudar, pero debía limitarse.

El que ahora le dijeran que un rey le ayudaría a tener magia le regresaba la emoción de antes. Ya no era sólo para ser un soldado y salvar personas sino que al fin podría hablar directamente con el rey. ¿Qué podría decirle? "Hola, mi nombre es Izuku y quisiera trabajar para usted como soldado" sonaba bien, ahora que veía frente a él al rey de Naseen y lo comparaba con Bakugo...

El misterio de Nihara ❪KatsuDeku❫Where stories live. Discover now