Rin, la nueva Mukami {Diabolik Lovers}

CAP.11 *

*Este capítulo será más largo que los anteriores.

Podría dividirlo en dos partes, pero prefiero no dejaros a medias*

***

Rin:

Reiji comenzó a andar sin siquiera importarle si lo seguía o no, siguió andando sin ver hacia atrás. Inmediatamente corrí tras él, para poder alcanzarlo. Me situé a su vera y andamos en silencio, el uno al lado del otro, sin decir nada durante el trayecto hasta su "laboratorio". Él solo me miraba de vez en cuando, de reojo, sin pronunciar ni una sola palabra. Por mi parte, no podía evitar posar mis ojos sobre él. Realmente ni me fijé hacia dónde íbamos. Cuando llegué, lo único que se me pasaba por la cabeza era recorrer toda la mansión y descubrir sus secretos; pero ahora que él me llevaba por los pasillos de su enorme hogar, ni me fijé en mi alrededor, de repente no me importaba. Tantas preguntas se me pasaban por la cabeza: Por qué a ninguno le gustó la idea de dejarme a solas con él? Por qué todos querían que no lo acompañase? Por qué era tan frío conmigo? Al caso le hice algo malo? Y hablando de algo malo, qué fue lo que le hicieron en el pasado? Qué y/o quién fue el culpable de que se encerrase durante casi 8 años? O quizás la pregunta correcta fuese: Quienes? Parecía muy molesto con Arika y Raito... Sería por su culpa? Y si fuese así, por qué? No parecían malas personas; no conozco bien al del sombrero, pero a ella sí, y siempre a sido muy buena y amable conmigo... No puedo imaginarme a Ari haciendo nada malo. Por otra parte, también me preocupa lo que dijo Yui; lo de que Reiji llevaba alimentándose mal todo este tiempo. Realmente parecía ser cierto, él se veía cansado, sin fuerzas, incluso más adormecido de lo que Shu aparentaba a simple vista. Su vestimenta y peinado no estaban bien arreglados, andaba con pesadez y su piel era más pálida que la del resto. Me preocupaba su salud; a pesar de no conocerlo de nada, a pesar de estar con él solo unos minutos, a pesar de que era frío y borde conmigo, no pude evitar preocuparme por este vampiro. Quiero saber, necesito respuestas. 

Estaba tan inmersa en mi mundo, que ni me fijé en que ya habíamos llegado. Reiji se detuvo delante de la puerta y luego me echó otra ojeada.

-No todos pueden entrar- dijo con el ceño un poco fruncido- Siéntete privilegiada- espetó. Simplemente me mantuve cayada y asentí. Qué me pasa? Normalmente no soy tan vergonzosa, todo lo contrario, soy bastante activa y algo nerviosa; pero algo dentro de mí me dice que tengo que obedecer a este hombre sin quejarme demasiado.

Reiji abrió la puerta del cuarto y entró. Yo iba a dar el paso para entrar,  pero me detuve y le eché un ojo al dueño de dicho cuarto, esperando, quizás, una orden o algún tipo de gesto que me permitiera pasar. Supuse que me entendió, ya que se acercó nuevamente a mí, pero para mi sorpresa, me dio un tirón del brazo, obligándome así a entrar por la fuerza. Cerró la puerta con pestillo tras nosotros sin decir nada. Bufó; cosa que hacía mucho, por lo que pude apreciar. 

Mi acompañante se acercó a unos sillones situados en medio de la sala y se sentó, corrección: se dejó caer. Este me hizo un gesto con la cabeza, indicándome que me sentase en el sillón enfrente a él, y así hice. Me acerqué al sillón y me senté. Por unos segundos, los cuales se me hicieron eternos, él solo me miró, no dijo nada, solo recorría mi cuerpo de arriba a bajo.

-Alguna vez te sacaron sangre?- preguntó finalmente, a lo que yo negué- Está bien.- Reiji se levantó y acercó una mesa con varias cosas, de las cuales, yo no conocía ni la gran parte- Sabes qué es esto?- dijo mientras me mostraba una especie de aguja, creo que se llama jeringuilla.

-Sí lo conozco- asentí- Pero no estoy segura de su nombre, ni sé como se usa- negué

-Esto sirve para inyectar alguna sustancia o, en este caso, sacar- dijo mientras se acercaba con algunas de esas cosas- Se clava en una parte del cuerpo, los brazos principalmente, y se extrae la sangre.- explicó. Vi el largo de la aguja y mi cuerpo tembló