⃝⃕III

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"Sigo creyendo que no valía la pena que le dieras una mamada, mi niño"

Su madre de Taehyung le estaba volviendo cada vez más loco, para Jungkook había pasado cerca de un mes tras ese candente encuentro, sin embargo para Taehyung eran una simples horas en las cuales su madre no dejaba de quejarse que el tipo del cual se iniciaba a enamorar no valía la pena.

"Realmente creo que tu tío Ares es mejor prospecto o alguno de tus primos"

"¡Ya!, ¡mamá!" El pequeño Dios se quejó al tener a su madre detrás de él caminando mientras él seguía con su vista al azabache en las tierras de Creta.

"No me hables así" le regaño la diosa.

"¡Bien! Pero deja de hablar así de él, ve lo que hace en las últimas tareas que son más difíciles y decide si tienes razón" el pequeño dios piso las nubes bajo él y señaló al azabache que ya buscaba al toro de Creta.

La maldita bestia que vivía en una carrera eterna y descontrolada en la que arrasaba con todo a su alrededor sin que nadie pudiera pararlo. El animal era más feroz que los demás, más grande que el león o que el jabalí, más rudo y fuerte que ellos, Jungkook iba a tener una tarea más que pesada ese día.

"Es demasiado pesado" aviso su hermano al dejarse caer en el suelo dejando ver que el joven buscaba poder atrapar al animal en medio de las ciudades.

"Veo que la fama de él ha llegado a los oídos de los mortales" la diosa del matrimonio estaba al igual que las demás viendo las escenas bajo el de ellos en la tierra, los mortales se encargaban de poder ver a Jungkook alabandole, eso no sería un problema si Taehyung o viese a varias mujeres e incluso hombres estando alabando con descaro al semi Dios.

"Demasiada fama" alabó Eros al ver a un grupo de chicas gritando leña nombre del dios con fuerza.

"Debes tener cuidado, Hemafrodita. No quieres que te lo quiten, ¿Cierto?" La diosa con aquel comentario optó por irse del lugar dejando un pequeño hueco en el pecho y un gusano de celos en la cabeza del de caballos verdes.

Taehyung no podía dejar de pensar en las palabras de la diosa, eso hasta que su madre alabó eufórica lo que pasaba abajo de ellos Jungkook se había plantado frente al toro y, haciendo gala de su fuerza divina, lo agarró por los cuernos y consiguió frenarlo el tiempo suficiente como para golpearlo y dejarlo inconsciente.

Los gritos y alabanzas de nuevo no tardaron en llegar, pudo ver como la maldita bola de brujas se amontonaban al frente del semi dios el cual parecía tratar de librarse de aquellos animales.

"¡Malditas!" Gritó el pequeño al colocarse de pie y pode huir del lugar molesto de la escena que sus ojos había visto.

"Creo que está más que celoso" opinó Eros al ver como el joven se libraba del agarre de las doncellas mientras que no despegaba la mirada del cielo. "No entiendo porque está tan celoso si se ve que le desea más que sexualmente"

Aquel comentario hizo que la diosa de la lujuria hiciera aparecer un trono para dejarse caer y observar más de cerca lo que el joven hacia en sus tareas, una tras otra sin descansar o quedarse a pasar la noche con algún mortal.

"Va a Tracia" anuncio el hijo de la diosa sin despegar su vista de como el nuevo héroe de los humanos iba a aquella tierra.

Diómedes, el rey de Tracia, era un tipo loco que había criado a cuatro hermosas yeguas a las que alimentaba con la carne de sus invitados.

Left and right  ⃟KᴏᴏᴋᴠWhere stories live. Discover now