𝐕𝐈.

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Fue durante el almuerzo del miércoles que la lechuza de su familia interrumpió su comida trayendo consigo una carta, no esperaba algún tipo de mensaje, mucho menos de los Sayre por lo que aquello le tomó por sorpresa. Era su hermano, que mencionaba la idea de juntarse esa misma tarde en Las Tres Escobas, según, necesitaba verla con urgencia aunque para ella eso parecía ser poco creíble, conocía a Nicholas y de ser algo con urgencia, habría ido hasta el mismo castillo para decírselo y no a través de una tonta carta.

- ¿A donde va con tanta prisa, Sayre? -dice una voz grave que se cruza justo en frente de su camino, impidiéndole el paso.

- Debo viajar con urgencia a Hogsmeade, profesor Snape. -responde- un asunto de extrema importancia.

- ¿Tan importante como para dejar tus tareas de lado?. -menciona él- si no mal recuerdo, la mayoría de tus compañeros usan este tiempo para estudiar.

- Mis tareas están terminadas, no tengo nada que hacer.

- Hm. -murmura el hombre azabache, mirándole firmemente de pies a cabeza, su rostro se mantiene serio más su entrecejo parece relajarse.- procura no meterte en problemas, Sayre, no querrás hacer perder puntos a tu casa.

Y con una amplía sonrisa satisfactoria, sale de las inmediaciones en dirección a su destino, donde realmente espera encontrarse con su hermano y que no se haya tratado de una simple broma. Apenas entra y en el fondo, se encuentra con una cabeza oscura que le saluda alegremente con una cerveza en la mano y se acerca a toda prisa hacía ella para rodearla entre sus brazos y levantarla del suelo.

- ¡Ayla!. -le dice alegremente, dejando un beso en su mejilla mientras le ofrece un vaso de cerveza.- pensé que no vendrías.

- Estuve a punto. No creí tu carta y Snape me detuvo antes de salir. -confiesa.

- ¿Problemas con Snape? ¿Por qué no dices que eres hija de Jonathan? De seguro su actitud contigo cambiará.

- ¿Y salvar pociones solo por eso? No gracias, aún me queda un poco de honradez. -bromea y recuesta su cabeza en el hombro del mayor- ¿Dónde estabas? quería ir a casa estas vacaciones, pero ni mi padre ni mi hermano están -reclama- estuve a punto de ir con mamá.

- Hablando de eso, estuve con ella. -confiesa- está trabajando en un criadero de dragones, le dije que tu querrías uno.

- ¡Hey! -gruñe- yo no quiero un dragón -y bebe un trago de cerveza, esta helada lo que le refresca- ¿Para que querías verme?.

- Solo verte. Papá supuso que estarías enojada por no poder ir -y ella frunce el ceño, rodando los ojos- y estoy en lo correcto ¿no? Se disculpa por no poder verte y te envía esto -menciona, entregándole un pequeño paquete- un regalo porque no ha llegado ningún reporte de tu parte.

- Soy una buena niña ahora -dice con orgullo- dile a Jonathan Sayre que lo perdono.

- Mamá también te envía algo -y le entrega otro paquete, aunque mucho más pequeño y que suena como si tuviese algo dentro- no es tu estilo, pero te gustará.

Primero abre el de su padre, es una pequeña caja con tres labiales, algo que solo se consigue en el mundo muggle y su padre sabe como, la segunda es un collar bastante rústico de cuero con un pequeño diente de dragón colgando de el.- No estoy de cumpleaños aún ¿sabían? pero lo agradezco.

Menciona, agradece aquellos presentes, porque sus padres la conocen y saben cuánto le gusta recibir regalos, aunque más agradece tener a su hermano consigo. Nicholas es dos años mayor que ella y ha estado presente en cada momento de su vida, acompañándola en cada travesura desde que era una niña, la conoce a la perfección por lo que no podría mentirle sin salir descubierta.

𝐃𝐀𝐑𝐊𝐒𝐈𝐃𝐄 『 𝗥𝗲𝗺𝘂𝘀 𝗟𝘂𝗽𝗶𝗻 』Where stories live. Discover now