The Interrogation (Español)

II

Recuento de palabras: ∼ 4650 (Inglés) ∼ 4305 (Español)

//Intenté traducirlo lo más 'sin censura' posible, así que ADV: Lenguaje inapropiado//

Tu turno pasó volando. Porco ni cuenta se dio de los avances del hombre, (para du decepción) y terminó emborrachándose hasta tener que rentar una de las habitaciones escaleras arriba en el establecimiento. Él estuvo vociferando sobre Zeke, Magath y la batalla que se estaba aproximando. Estabas segura de que probablemente esa información supuestamente era clasificada, pero era común en Porco volverse boca suelta cuando tomaba.

Era una noche fría en la ciudad, y estar bajo la sombra del callejón lo hacía unos grados más frío. Te envolviste en una chaqueta suelta, con tu respiración escapando por tus labios como nubes. Escuchaste una risa estallar a tu derecha, y giraste tu cabeza en dirección a esa voz. "Wow, ¡debes estar muy necesitada si realmente saliste a verme!" El hombre, quien ahora no tenía su barba, bramó. Tus cejas se fruncieron mientras intentabas entrecerrar los ojos para ver sus rasgos faciales bajo la tenue luz. De inmediato te diste cuenta.

"Eres una-"

"¿Una mujer?" El hombre- no, mujer, continuó.

"Aw. no te sorprendas tanto, tengo tu tipo bastante bien definido. Porco también se ve afeminado, ¿no lo crees?" La rubia supuso, dando un tarareo. Ella estaba sonriendo, parecía deleitarse ante tu sorpresa.

Finalmente aclaraste tu garganta, rompiendo el contacto visual. En cambio, optaste por mirar las largas manos de la mujer, las cuales se escondían dentro de sus bolsillos. Todo en ella desprendía confianza, y no podías negarlo. Definitivamente te atraía.

"Entonces... ¿Para qué querías verme?" Decidiste preguntar, sacándote de tus propios pensamientos.

Una de sus largas manos fue a su barbilla como si estuviera pensando. "Hmmm, ¡Buena pregunta!" De repente ambas manos estaban en los costados de tu cuerpo, estampándote contra la pared de ladrillos del edificio detrás de ti. La mirada de la mujer se oscureció, incluso lo lograste ver bajo la penumbra. Una sonrisa se extendió por sus suaves rasgos, dándole una mirada un poco extraña.

"Ahhh, parece que eres cercana a ese chico Porco," Se inclinó más cerca, sus narices prácticamente casi se estaban tocando. Apretaste los puños a tus costados, tratando de ignorar el calor que habitaba en tu estómago. Parpadeaste un par de veces y ella se rió entre dientes por tu silenciosa reacción. Su aliento caliente se abanicó contra tus labios, fríos y húmedos. "Somos amigos," Dijiste rápidamente.

"Amigos, ¿huh?" Ella respondió, como si te estuviera probando. Asentiste en respuesta. Su sonrisa desapareció, siendo reemplazada por un resplandor oscuro. "Bueno, eso no es suficiente," Murmuró para sí misma, sacando algo del bolsillo de su pantalón. Aún bajo la poca luz, pudiste ver que era una navaja. El metal brilló.

"¿Tal vez esto te ayude a pensar un poco más? Tu y el Guerrero. ¿Son algo?"

De repente algo se formó en tu garganta, obligándote a tragártelo. Tu corazón saltando contra tu pecho. A pesar de la tensa atmosfera, no podías evitar sentir el calor que había estado empapando tu ropa interior sólo crecer ante el peligro ahora presente.

Mierda.

Abruptamente, la hoja estaba haciendo presión en tu garganta, y ella se acercó más a ti, asegurándose de que no tuvieras escapatoria aunque lo intentases. "Deberías estar forzando esa linda cabecita un poco más. Ésta es tu última oportunidad antes de que te corte el cuello."

Parpadeaste ante su franqueza. "Hablo en serio, no somos nada más que amigos. Él siente cosas por mi pero..."

El leve rastro de una sonrisa apareció en el rostro de la mujer, "¿Pero a ti no te gusta?"