¿Alguna vez te has puesto a pensar cómo fue que llegaste a tener todo lo que tienes? ¿Qué momentos fueron los que te llevaron a estar en dónde estás? ¿Qué decisiones son las responsables de que tus sueños se llevaran a cabo o no? Bueno, no tengo las...
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Martes, 30 de agosto, 2022.
— ¿Es aquí? — Tom me preguntó y yo miré el número identificativo del edificio.
— Si, es aquí. — Susurré.
— Bueno... por ahora se ve bien. — Se encogió de hombros y luego los dos salimos del auto para empezar a caminar a la portería en donde el corredor de propiedades nos esperaba.
— Hola ¿Listos? — Los dos asentimos y empezamos a seguir al hombre hacia el ascensor.
Cuando entramos al departamento, casi me desmayé al ver las paredes llenas de moho, un lavamanos en plena sala de estar - la cual era minúscula – y un agujero de bala que daba a la cocina.
— Ehhh, es... diferente a lo que se veía en la foto. — Dije mirando a Tom y él abrió los ojos mientras hacía una mueca.
Fuimos a la cocina e hice una mueca al ver que: más que un refrigerador pequeño, la cocina y un estante, no cabría en ella. Y el dormitorio... ¡Dios! La cama la tendría que poner en el clóset. Y no hablar del hecho de que el único baño que tenía no se podía cerrar la puerta porque topaba con el inodoro.
— Les daré unos minutos para que vean el departamento a su gusto — El hombre dijo mientras salía del dormitorio. Observé a Tom unos segundos en donde ninguno dijo nada y luego nos empezamos a reír.
— No vas a quedártelo, ¿verdad? — Dijo limpiándose las lágrimas que resbalaban de sus ojos y yo negué haciendo una mueca con los labios.
— ¡Nunca! — Miré el baño e hice una mueca al ver que la tina también estaba llena de Moho. — Pero... si sigo encontrando departamentos en tan mal estado como éste, voy a terminar durmiendo en la calle ¿Qué estoy haciendo mal, Tom? ¿Mi presupuesto es muy bajo? — Le hice un puchero y él se acercó a mí para darme un beso en la frente.
— Tu presupuesto está bien, de hecho, mucho más que bien, es solo... no has encontrado el indicado. — Me acarició la mejilla y yo sonreí levemente. — A ver, dime ¿Cuál sería tu departamento ideal?