Dos Latidos |RadioDust/HuskerDust|

Capítulo 1

El comienzo del desastre

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Los días pasaron y el fin de semana al fin llegó. Tanto Molly como Angel se vistieron con algunas de las prendas más bonitas que encontraron en sus armarios, una vez estuvieron arreglados y completamente listos, se dirigieron al lugar en donde la fiesta se llevaría a cabo.

Una casa bastante grande fue lo que les esperaba al llegar a la dirección que Cherry les había dado. Desde la ventana de la residencia se filtraban luces intermitentes de toda clase de colores, la música se oía fuerte, los gritos de los adolescentes aún más y fuera del recinto habían un par de grupos de jóvenes y parejas conversando y fumando.

—Estoy un poco nerviosa —confesó Molly hacia Angel, mientras se acomodaba el cabello y su vestido.

Angel repasó el exterior de la casa con su mirada. Al parecer la fiesta ya había iniciado, y había comenzado con todo.

—¿Qué? ¡No lo estés! Vienes conmigo y todo estará bien —exclamó el rubio volteándose hacia su hermana—. Tu simplemente relájate esta noche, y disfruta al máximo —le dijo, queriendo calmarla al cien por ciento. Le agradaba la compañía de su hermana, era mucho mejor que la del imbécil de Niss, quien ni siquiera aceptó ir. Bueno, no le sorprendía—. Ese vestido te queda muy bien, ¿te dije que estás muy guapa esta noche?

Molly rio con cierto nerviosismo.

—Tú también estás muy bien —contestó halagándolo.

Angel le dedicó una gran sonrisa.

—¡Hey Angel! —exclamó una chica, Cherry. Angel le había mandado un mensaje diciéndole que habían llegado, por lo que ella salió para recibirlo.

Cherry avanzó hacia él mientras alzaba su mano.

—¡Hey! —le contestó y agitó su mano también, saludándola. Se acercó a la chica igualmente, siendo seguido por su hermana—. ¿Qué tal? ¡Te ves increíble!

—Gracias, tú también te ves estupendo —le sonrió antes de dirigir su mirada curiosa hacia Molly—. ¿Ella es tu hermana? Es igual a ti, solo que con más... curvas —comentó junto a una sonrisa mientras miraba a la rubia de pies a cabeza. Eso provocó que Molly se sonrojara levemente y le sonriera también en respuesta.

El rubio alzó un poco las cejas al darse cuenta de que los ojos de Cherry, examinaron todo el cuerpo de su hermana con detenimiento.

—Lo sé, es preciosa, pero cuidado y no intenten nada. No quiero quedarme de chaperón —bromeó Angel en plan advertencia.

Molly lo codeó con molestia y vergüenza por su comentario, y el rubio solamente soltó una carcajada.

—Okey, okey, entremos —les dijo Cherry comenzando a caminar hacia la entrada de la casa. Los tres entraron al lugar, el mar de personas los aplastaba y empujaban pero aun así con algo de esfuerzo, pudieron seguir con su camino a salvo—. ¡Tenemos que reunirnos con Niffty! —gritó hacia Angel sobre el sonido de la música—. Verás que en el segundo piso están los de último año y solamente dejan pasar a los del mismo curso o a los que sean amigos cercanos. Arriba tienen el licor de calidad y está menos amontonado que aquí. Ella es una amiga de la infancia y es muy cercana a los de último año, si entramos con ella nos dejarán pasar —explicó moviéndose entre la muchedumbre antes de distinguir a una figura entre todas las personas—. ¡Ahí está! —exclamó señalando un sitio y luego se acercó rápidamente.

Angel fue arrastrado con su hermana hacia un lugar entre toda esa masa de jóvenes. Sus ojos se encontraron con una chica de baja estatura, el llamativo cabello pelirrojo de ella podía distinguirse a distancia.