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YongSeung miró la que iba a ser su habitación por los próximos meses.

Dejó sus cosas por ahí mientras un señor le hablaba sobre horarios de comidas y cosas así.

Él estaba haciendo caso omiso al señor, no le podía importar menos lo que fuese a comer.

—YongSeung, cariño, ¿estás escuchando al médico?

—¿Hm? Sí, mamá.

Su madre le miró preocupada, conocía lo suficiente a su hijo como para saber lo que estaba pensando.

YongSeung suspiró y miró el pijama que estaba sobre su catre.

—¿Tengo que ponerme esto? —preguntó sosteniéndolo en sus manos—.

—Si, puedes dejar el resto de tu ropa y cosas en ese armario, es un poco pequeño pero no te preocupes, tu madre podrá traerte cosas y llevarse otras conforme te venga a visitar —dijo el médico—. Vamos a ir tu madre y yo fuera a rellenar uno documentos, es un poco volveremos, ¿sí?

El chico cogió el pijama y fue al baño a cambiarse.

—Me veo estúpidamente horrible —dijo para sí mismo mirándose en el espejo en todos los ángulos posibles—.

—Yo creo que te ves bien, estás sexy.

YongSeung dió un salto por el susto, había un chico apoyado en la puerta del baño.

—¿Y tú quien mierdas eres?

—YeonHo, ¿y tú?

—A ti que te importa.

YongSeung estaba siendo muy borde pero no quería hacer amigos allí, quería quedarse solo y estar en paz.

—Un nombre un poco raro, si me permites la observación —dijo YeonHo mirando fijamente a YongSeung—. Bueno —se encogió de hombros y salió del baño—, cuando quieras puedo enseñarte este sitio, estoy en la habitación de al lado.

YongSeung se estaba comenzando a plantear porqué había accedido a ir a ese sitio.

“La primera persona que conozco y está pirado".

Suspiró de nuevo y salió del baño buscando su móvil.

Al dar con él lo desbloqueó y miró si tenía mensajes: ni uno.

—Si que le importo a mis amigos...

Tiró enfadado el móvil encima de la cama y se puso las zapatillas, dispuesto a ir a buscar al loco de antes.

Salió de la habitación y vio a su madre hablando con el señor.

Decidió ignorar eso e ir a la habitación de su izquierda. Tocó a la puerta y entró.

—Esto... ¿Hola?

Miró por la habitación sin ver a YeonHo por ningún lado. Decidió adentrarse en la habitación, igual estaba en el baño.

Se asomó al baño y lo vio peinándose.

YongSeung se apoyó en la puerta y observó al chico que tarareaba una canción cualquiera mientras terminaba de ponerse bien el flequillo.

—¿Tienes una cita con alguien? —cuestionó el más pequeño—.

—Claro —dijo YeonHo sin inmutarse—, conmigo mismo. Nunca hay razón para ponerse guapo salvo la de agradarse a uno mismo.

Dejó el peine sobre el lavabo y miró al menor.

—Me veo bien, ¿cierto? —sonrió—. Bien, supongo que has venido a por el tour por este lugar tan deprimente así que vamos, YeonHo Tours hace un hueco en su apretada agenda para ti, querido A Ti Que Te Importa.

—¿Que...? Me... Me llamo YongSeung —murmuró—.

—¿YongSeung? Que bonito, si tengo hijos algún día llamaré YongSeung a uno.

El aludido alzó una ceja.

—¿Siempre estás tan feliz? —salió de la habitación seguido de YeonHo—.

—Es eso o morirme del asco, un hospital no es un lugar agradable.

—Lo sé.

YeonHo sonrió y abrió sus brazos en cruz.

—Bienvenido al hospital general de Seoul, desde YeonHo Tours esperamos que tu estancia en este sitio sea agradable, amigo mío.

Breathe  [Verivery]Where stories live. Discover now