Sí, la amo ✓Lukloé

Oportunidad

Ya de mañana, Chloé caminaba hacia su madre que la esperaba junto a la limosina, fuera del hotel.

Sintiéndose cansada, hizo lo posible para no hacerlo notar ya que ese día era importante para ella

— Chloé, llegaremos tarde si... –mantuvo el silencio por unos segundos, al ver a su hija– ¡¿Que te pasó?! ¿Te la pásate viendo algún programa?

Chloé sonrió apenada mientras se colocaba sus gafas, evitando ver a su madre, misma que sin salir de su asombro, entró al vehículo mientras su hija se sentaba junto a ella.

Durante su camino no dijeron palabra alguna, cada una tenía la mirada fija en su celular, solo en momentos se las veía hacer muecas al leer los mensajes que recibían y así se mantuvieron hasta llegar al lugar de su reunión.

— Mamá... –al escuchar a Chloé Audrey dirigió su mirada hacia ella– Quisiera pedirte un favor...

— Claro, pero lo hablaremos con calma cuando termine todo.

La pequeña Bourgeois intentó hablar pero fue interrumpida por el chófer que abría la puerta del vehículo.

— Mamá, esto es importan...

Se detuvo bruscamente y su expresión cambió completamente al ver quién se acercaba a su madre para saludarla. Frunciendo el ceño continuó su camino evitando a quien sonreía con descaro.

Durante su pequeña reunión, Audrey reía y platicaba con quien tenía a su izquierda, mientras Chloé se molestaba cada vez más al escuchar su conversación.

La reunión terminó y diez jóvenes se pusieron delante de los espectadores.

Chloé los miró a cada uno, preocupándose por no ver a cierta chica  entre ellos.

— Como usted lo pidió, aquí tiene a los mejores de...

— ¿Está seguro que son todos? –preguntó la pequeña Bourgeois

— Claro que sí, sin mencionar a la señorita Rossi y su persona, son todos –dijo el hombre mostrando una pequeña sonrisa

Audrey se puso en pie y miró a cada uno, para luego llamarlos por el número que tenían en el pequeño gafete que colgaba de su cuello.

— 1, 2, 4 y... 8 ellos serán.

Nadie dijo nada por un par de segundos, hasta que Chloé se acercó a su madre.

— Espera... Quizás sea necesario hacer una pequeña prueba entre todos. –dijo intentando sonreír.

— No, no es necesario. Tú madre jamás se equivocaría en elegir a sus modelos

— Pues siempre hay una primera vez –mirando a quien sonreía descaradamente– Por ejemplo, te eligió a tí, eso es más que suficiente para demostrar que se equivoca –la miró con desden

— La equivocada eres tú. –molesta, se acercó más a la rubia– Yo me gane mi lugar gracias a mi talento

— ¿Talento? –preguntó con sarcasmo

— ¡Suficiente! –espetó Audrey– Ya tomé mi decisión y no hay nada más que decir –dijo antes de salir del lugar.

— Felicidades Chloé, en esta ocasión si que te esmeraste –Lila sonrió  de lado y salió del lugar.

Bajó la mirada de todos, Chloé tomó su celular y marcó un número antes de salir.

Minutos después se encontraba nuevamente fuera del lugar escuchando a Juleka.

— ... fue por eso que... decidí no presentarme hoy. –dijo para finalizar, con la voz baja, dirigiendo la mirada hacia sus manos.

— Pues no me importa. Tú quieres esa oportunidad y de mi cuenta corre que la tengas –dijo señalandola, mientras la miraba molesta– Haré lo imposible para que tú seas parte de las modelos.