Alexander (Gay)

Capítulo 43

Me senté en la mesa aburrido.

Alex estaba durmiendo en la habitación y Katherine seguía en el pueblo.

Giré la cabeza al escuchar la puerta abrirse y vi la hermana de mi novio llegar hasta mí con muchas bolsas.

—Hola, Oliver.

—Hola—devolví el saludo con una sonrisa.

Dejé el celular reposar.

>¿Te ayudo en algo?—negó varias veces.

—A pesar de ser invierno hoy hizo un poco de calor—asentí.

—Sí, por eso estoy en remera, teniendo en cuenta que Alexander estaba encima mío, imagínate, el calor duplicado—rió y me sorprendí.

wow

—Sí me lo imagino, antes cuando vivíamos juntos a veces pasaba por su habitación y dormía pegado a su almohada—arrugue mi nariz muriendo de ternura.

—Es bastante... pegajoso—asentió poniendo agua a hervir.

—¿Alex cocina siempre, no?—moví mi cabeza—Hoy cocino yo aunque bueno, es más que nada hervir.

—Dime si necesitas ayuda—negó otra vez.

—Oliver, sé que comencé mal y tampoco planeo que seamos mejores amigos—fruncí mi ceño al ver el giro brusco de la conversación—pero quería decirte gracias por... gracias por estar con Alex.

¿Le sucede algo?

La vi tocarse la frente como si estuviese mareada.

—¿Está bie--?

—Antes de que pase todo eso nunca me interese en él por el mismo motivo de Alister que era sobre un buen futuro—se recompuso sentándose en la silla.

>Pero me hubiese gustado estar desde que Alex era pequeño.

>Verlo caminar, reírse, salir como un adolescente normal. Sé que su vida no se hubiese estropeado si nosotros hubiéramos estado allí antes, mucho antes. Él... ahora estaría bien.

—Alex no es algo dañado—fruncí mi ceño otra vez—Él tiene potencial en hacer lo que él quiera. Hablas como si Alex es algo dañado que no tiene reparación y no es así.

Me miró y dudé, tal vez le hable muy serio pero me quedé tranquilo cuando sus labios se elevaron.

—Lo sé, lo sé muy bien. A veces me olvido lo fuerte que es.

>La tuvimos realmente difícil Alister y yo—rió—Ambos éramos nuevos en criar a un adolescente del cual no sabíamos nada.

Miró sus uñas y sonrió.

>Hasta ahora me sigue doliendo pero antes escuchaba a Alex llorar diariamente y el alma se me partía, y eso que no le conocía de nada.

—¿Puedes... puedes contarme cómo viviste tú tu encuentro con él?—me miró con duda, desafiandome pero finalmente asintió.

—¿Qué te puedo decir? Como dije antes, Alister y yo la teníamos difícil ya, tanto con Annabelle como con Alex. Es más, Alex era un nuevo problema para nosotros.

>Annabelle fue igual o más complicada que Alex pero ambos nos costaron mucho de todas formas.

>Anna tenía problemas alimenticios desde muy pequeña pero cuando Alex llegó ya eran dos personas con problemas alimenticios. No los culpo claramente ni les echo bronca pero siendo sincera estar con personas con problemas graves te cuesta tiempo, paciencia, y si conoces a la persona que lo padece, te duele muchísimo.