Alexander (Gay)

Capitulo 52

Alexander

Tiré las llaves de la casa contra la mesa despacio.

—Uh, tengo que limpiar la cocina... ayer también lo hice—me quejé.

Caminé con fatiga hacía la cocina pero me detuve al entrar, observe el papel sostenido por un imán en la heladera.

"—Lo dejo aquí así no te olvidas." la voz de Katherine resonó en mi cabeza.

En 20 días era esa miserable despedida para el más chico de los Hernández, él se iría a un lugar por Norteamérica que, según ellos, no volvería a la ciudad por como 5 años ya que es por temas de estudio (universidad)

¿Y a mí qué mierda me importa? Que se vaya del país o a dónde quiera, me da lo mismo.

Fui hasta mi habitación y abrí el armario. Me quede viendo como por dos minutos el traje que colgaba. Suspiré.

No quería ir pero si el hijo mayor de los Hernadez lo deseaba yo no podía hacer nada.

Ya que ellos manejan el norte de la ciudad.

Bostece y me recoste en la cama, tenía la carta en la mano.

Tan elegantes.

Como siempre.

¿Mi historia con Bautista (el hijo mayor de los Hernández)? No era nada más ni nada menos que una pelea con un veiteañero (él) y un adolescente de 17/18 años (yo) que sucedió como hace un año.

Me levanté rápido cuando escuché el timbre confundido.

¿Será Oliver?

—¿Por qué me miras con esa cara? ¿Esperas a alguien más?—rodé los ojos al ver la sonrisa de Mia—Traje un sorpresa y no, no es Oliver.

—¡Alex, llegó tu hermana favorita!—el cabello mostaza de Annabelle tapó mi vista.

—¡Anna!—me sorprendí de verla—¿Cómo estás? ¿Por qué... qué haces aquí?

Se alejó un poco sonriendo.

—El cumple de Damián.

Oh

Me había olvidado.

—Que mal, Alex. No me digas que te olvidaste del cumpleaños del tío —la irritante voz de la pelinegra se presento.

—Muerete, Mía. Ven, Anna, entremos y dejemos a esta en la calle.

—¡Alex!—la risa de Annabelle se escuchó por toda la casa y sonreí.

A los segundos el sonido de la cerradura se escuchó y rode los ojos (otra vez)

—Alex, sigues molestando así y te matare—la chica entró y al hacerlo chocó su hombro contra el mio (en realidad choco mi codo/un poco mas abajo de mi hombro ya por su estatura)

—Lo que digas—suspiré fingiendo estar cansado.

—¿Cuándo se fue Oliver de la casa?—Anna preguntó mientras se lavaba las manos en el baño con la puerta abierta—Todo el mundo lo conoce, hasta Gabriela, y yo no, que soy tu hermana.

Una pequeña risa se escucho de parte de Mía, me copie de su accion.

—Ya lo conocerás —murmure—Si quieres puedo invitarlo mañana.

—¿En serio? ¡Sí! ¿Mía, escuchaste?

Me alejé un poco de ellas para llamar a mi novio.

Marqué "Pececito <3" y esperé los 3 tonos.