8. Lies under the goldilocks.

693 109 56
                                    

. . .

-Edgar Cottsweld de primero C, tercer nivel educativo, favor de presentarse en la dirección para tratar temas importantes con respecto al acontecimiento del día anterior. Ahora mismo.

Una voz que reconocía muy, muy bien sonó en las bocinas que habían esparcidas en toda la maldita escuela.

Una voz que ahora mismo no podía sacar de su cabeza.

La misma que hace un par de horas le había dicho que todo estaría bien, la misma que le había dicho que le gustaba verlo menos agresivo...

Todo el salón volteó a ver a Edgar con miradas juzgadoras, curiosas, confundidas. Era obvio el por qué. Ese extraño rumor tenía toda su atención sobre él, y más aún después de lo ocurrido con la chica atlética jefa del club de deporte. ¿En serio nadie se preocupaba por él y solo querían chisme?

Vaya metiches.

Edgar gruñó molesto y se levantó de su asiento a regañadientes. Tomó su libreta cubierta de dibujos raros y hasta cierto punto obsenos, sus utensilios y finalmente su teléfono móvil, para en seguida guardar todo en su pequeña mochila oscura.

La cargó sobre su hombro, se quejó del dolor en sus piernas y se dirigió a la puerta del salón... No le sorprendía oír de repente a sus compañeros murmurar cosas a sus espaldas...

"Seguro es por la violación..."

"¿Crees que Charlotte esté en la dirección también?"

"Ojalá le hagan pagar, maldito cerdo asqueroso."

Edgar no había querido saber nada sobre el tema, pero viendo lo chismosos, metiches y entrometidos que eran sus compañeros ahora le era imposible no enterarse...

Violación...

Lo habían acusado de violación.

Le parecía curioso, él realmente nunca se había atrevido a mirar a una chica, ni mucho menos a tocarlas. Siempre ha sido un chico muy tímido, fuera de lo agresivo que llegaba a ser, era muy malo hablando con chicas. ¿Cómo llegaría a violar una?

Tenía miedo. Un montón de cosas comenzaron a encimarse sobre él y a sobre cargar sus hombros.

Mientras más caminaba por los vacíos pasillos del enorme instituto, más pesada se sentía su mochila.

¿Qué hacía un chico de 17 años cargando con eso?

Poco a poco perdía más las esperanzas...

Reaccionó parándose en seco, viendo fijamente la enorme puerta doble de la dirección... No era nada malo. Solo se encontraría con el director y tal vez... Él.

Iba a estar bien. Hablarían sobre el tema del bate de Bibi y en seguida se marcharía. Aún le quedaba asegurarse de que Colette estuviese bien, no la había podido ver desde que se la llevaron a detención junto a la chica de rasgos asiáticos.

Tomó una gran bocada de aire, extendió su mano hasta la perilla de la puerta izquierda, podía oír voces adentro. Estaba seguro de reconocer la del director y la de Byron.

No esperaba ver dentro a nadie más al momento de abrir la puerta por completo.

Y casi se cae de espaldas cuando la vio...

A su actual pesadilla.

Una hermosa chica rubia de cabello en suaves rulos volteó a verlo con una mirada totalmente amenazante... Ahí estaba ella, de pie al lado de Byron.

Llevaba su típico abrigo rojo sobre el uniforme... Tan maquillada como de costumbre.

Edgar sintió una fuerte presión en su pecho que lo obligó a dar un par de pasos para atrás para alejarse lo más posible de ella.

Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]Where stories live. Discover now