54. The riddle is coming for you.

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Jueves 28 de Octubre, había tensión por toda la escuela cuando la noticia de la desaparición de Charlotte se confirmó como grave cuando los McCall se fueron de la ciudad.

Todo el imperio de mafia que tenían bajo sus alas cayó, y los compradores de droga que vagaban por las calles, los barrios más bajos e incluso los mismos pasillos de la escuela fueron afectados por la tensión de igual forma... Volviéndolos locos... Habían detenido a bastantes de ellos pero de todas maneras no era suficiente, pues la tensión seguía ahí presente. No podían hacer nada para detenerlo, para detener las consecuencias que traía el darle la espalda a Charlotte McCall...

Cuando un imperio de maldad cae, tristemente y aunque a muchos no les guste no es para bien.

Y la escuela no estaría mejor si la reina del imperio no estaba presente, pues ese jueves por la mañana se veía cubierto por terror.

Miles de murmullos se oían por los pasillos, ninguno de ellos tenía control y el miedo en sus miradas era fácilmente visible.

Gotas negras caían de la pared lentamente, mientras todos los alumnos presentes rodeaban confundidos aquella... Pintura. El barandal del segundo piso en aquel espacio amplio también estaba lleno de gente, gente que veía y olía lo que fuera aquella cosa regada en todas partes.

Alguien había entrado a vandalizar en la noche, y Edgar estaba seguro que cuando ellos dos salieron de la escuela eso aún no estaba ahí.

Entonces, todos voltearon a verlos.

Se sintió intimidado por las miradas, pero el chico que iba frente a él no. Él caminaba firmemente mientras el resonar de los tacones de sus caros zapatos de marca causaban que el enorme mar de alumnos se abriera paso al intimidante y aún respetable jefe del consejo estudiantil.

Y era todavía más incómodo ir ahí, en medio de la recepción, dónde todos los alumnos estaban presentes mirando... Mientras ellos dos se tomaban de la mano.

El momento tenso se calmó cuando vieron la reconocible cabellera albina con rayos negros llegar... Quien se dió la oportunidad de ver aquella enorme pintura...

Una araña dibujada a lo grande con una marca de un beso pintada encima, usando la pared del segundo piso, con un poco de ayuda del barandal que permitía a los alumnos del segundo piso mirar abajo.

Frunció el seño, y volteó a ver a todos los demás alumnos con una expresión firme, una expresión que no mostrara miedo, para darles tranquilidad.

Todos los murmullos se calmaron en lo que el gran jefe del consejo admiraba la curiosa obra que ensuciaba las paredes de su escuela...

Y así, mientras más veía la araña, de más detalles se daba cuenta...

Varias líneas salían de ella, como si de una telaraña se tratase. Habían algunas de estas que se iban más lejos llegando incluso a los pasillos que habían cerca... Sentía que debía ir detrás de esos rastros para saber a dónde llevaban, pero prefería hacer eso cuando los pasillos estuviesen vacíos.

Soltó un suspiro y volteando a ver a su adorado Edgar, le dijo...

-Ve a tu salón, y no te separes de Bea.

Bea estaba haciendo un servicio social como parte de su exámen, y casi todos los días se dedicaba a ayudar a Edgar para aprobar el año, si en alguien podía confiar era en ella... Si se mantenían juntos tal vez nada pasaría.

-¡Atención, alumnos! No se alarmen, sé que esta... Obra, frente a nuestros ojos es escalofriante, pero no hay por qué asustarse. Resolveremos esto y arreglaremos el desastre, de momento por favor vayan a sus salones, mantengan la calma y no intervengan en la investigación. Gracias.

Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]Where stories live. Discover now