•||Capitulo #23||•

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— Si quieres ya no me cuentes cariño... — Habían cambiado de posición, Liam se encontraba consolando a su alfa, pues este estaba llorando.

— Quiero contártelo...

...Años atrás...

Derick despertó con el sonido de la puerta, sus padres habían salido, dejándolo solo con su hermano.

— ¿Solo tomas leche no? — Preguntó Derick a su pequeño hermano, este le sonrió desde la cuna mientras movía sus manitas — Supongo que es un si...

Derick fue al cuarto de sus padres y agarró un montón de dinero, estos no se darían cuenta, ya que tenían demasiado.

Fue a la farmacia a comprar fórmula para bebé, muchas veces lo estafaron y otras no.

— Hola pequeño — Un alfa se acercó a Derick — Tengo un par de dulces en mi auto ¿Quieres algunos?

Derick se vio tentado por los dulces, pero se acordó que su hermanito debía comer, y que tenía que volver rápido a casa.

— No gracias señol — Derick empezó a alejarse del alfa.

— Ven aquí mocoso — El alfa lo agarró con fuerza del brazo.

Y fue cuando se dio cuenta, de que este hombre era igual de malo que sus padres.

— Auxilio auxilio! — Grito Derick.

Nadie lo escucho, lo único en que pensaba Derick es en su hermanito, si este hombre se lo llevaba ¿Quien cuidaría de su hermano? Tenía que librarse.

— Suétame suétame! — Derick le daba patadas, pero al alfa no le dolían. Así que cuando vio un palo roto de escoba lo agarró y se lo grabó en la entre pierna.

— Ah!! — Grito el alfa tirandose al suelo por el dolor — Mocoso de mierda! — El alfa se lanzó hasta Derick, este rápidamente le volvió a golpear con el palo justo en el ojo — El alfa se retorció de dolor nuevamente encima del cuerpo de Derick.

El pequeño alfa salió de debajo del hombre y se fue corriendo. Por suerte el alfa ya no lo siguió. Cuando llego a casa se dio cuenta que su polo estaba con un poco de sangre, así que lo lavo, se dio cuenta que se había raspado la rodilla, así que se bañó y se puso una bendita. Ya cambiado le servio la fórmula a su hermano, y este la tomo tranquilo. Eran las 8 de la mañana y Derick veía a niños con sus mochilas y uniformes llendo al colegio.

— Me gustadia ir al codegio... — Pero no podía, tenia que cuidar a su hermanito, pensaba.

Pasaron todo el día solo, Derick se encargó de darle de comer a su hermano, y a cambiar sus pañales.

En la noche cuando sus padres volvieron, los llevaron a un callejón, donde tenían amarrados a unas cuantas personas.

— Bien — Dijo el padre de Derick — Es hora de que entres al negocio familiar cachorro

Derick sabía lo que sus padres hacían, ellos eran asesinos, mataban por diversión.

— No quiedo hacelo — Dijo Derick con la voz temblorosa.

— Oh tranquilo hijo, lo harás... Esta en nuestros genes, nos encanta asesinar personas...

Tu olor [Omegaverse] Where stories live. Discover now