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Estaban muy cerca la una de la otra, Lauren examinando su brazo.

-Tienes más?

-No... no... Tranquila, estoy bien...  No es nada.

-Pero te duele?

-Si no aprietas, no -sonriendo levemente mientras la miraba- no te preocupes, estoy bien, es una tontería.- dijo retirando el brazo de las manos de Lauren, recordando lo sucedido dos días antes.

Lauren volvió a tomar con sutileza el brazo de la latina y acercándoselo a la boca, empezó a hablar -Lo siento, esto es culpa mía-  mientras le daba suaves besos.

Mientras subía sus labios hasta la muñeca de Camila, besando cada centímetro hasta llegar a su mano y dejándola apoyada en su mejilla, deslizando su mano por el brazo de ésta hasta llegar a su cuello, acariciando cariñosamente su piel, mientras con la otra mano cogía a Camila de la cintura para terminar abrazándola por completo.

La latina desde el primer lo siento que pronunció Lauren entre besos en sus brazos ya cerró los ojos y se dejó llevar sin darse cuenta.

Necesitaba tanto ese contacto con la morena de ojos verdes, que simplemente dejó que las caricias entraran en ese momento y que Lauren la llenara de amor en tan solo unos segundos.



La morena de ojos verdes se estaba enredando en la nuca de la latina, acariciando sus brazos, dejando besos suaves en sus mejillas, perdiéndose con su nariz en cada amoroso roce que le ofrecía, disfrutando así de respirar cada centímetro de ella.

-Para... Para, Lauren... - pronunció Camila cómo pudo, tratando de alejar a Lauren de su cuello, mientras esta la abrazaba y besaba.

Lauren la escuchó en cuanto pronunció esas palabras y sintió cómo la latina apoyó las manos en sus hombros para tratar de poner distancia entre ellas, pero no pudo, simplemente no pudo detener sus labios ni deshacer el contacto.

Camila trató de evitar que se le escaparan algunos suspiros, aunque fue imposible no tintar el ambiente con un deseo irrefrenable.

Mordiéndose el labio inferior para no acabar gimiendo, completamente seducida por la morena de ojos verdes.

Lauren continuó besándola en el cuello mientras la dirigía con sus deliciosas caricias al sofá que las esperaba en la mitad del camerino.

Consiguió sentar a la Latina, y sentarse ella encima, entre besos en el cuello, paseando sus labios  hasta su oreja, dejándole más besos en las mejillas... En la mandíbula... Mientras sus manos se aventuraban en el hermoso pelo de Camila.

Acariciaba con sus dedos la nuca durante la incansable distribución de besos y pequeños mordiscos por parte de la morena, que se hacía lugar entre los ropajes de la actuación que aún llevaba Camila.

Consiguiendo que ésta llegara a desmoronarse entre las ganas y el deseo que estaba sintiendo en todo su ser.

Lauren estaba jugando tan bien sus cartas que, Camila perdió la conciencia de la realidad que tenían entre manos.

Esa sesión tan inesperada llenó cada rincón de la mente de Camila y el anhelo de sentir a Lauren de una forma tan íntima era lo único que podía pensar.

Lauren empezó a jugar con su nariz buscando la nariz de Camila, pero sin besarla, solo buscando la provocación en ella, mientras deslizaba sus manos a través del traje que ya les estaba empezando a sobrar a ambas.

Camila se moría de ganas de besar a Lauren, de sentir como sus labios chocaban una vez más, como sus lenguas jugaban y se volvían locas buscando un placer inmenso que siempre encontraban juntas.

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