Ellos me hicieron creer
que nuestro amor era infinito,
y que estaba grabado en mi corazón y en el tuyo
para que ni siquiera Dios pudiera borrarlo,
pero fui una tonta al dejarme crecer
dentro de un castillo de vidrio,
una ingenua al pensar que eras magia,
y una idiota mientras esperé a que regresaras
para reparar lo que rompiste.
Autor: Jazmín Suárez
YOU ARE READING
Fuego, lluvia y ceniza ©
PoetryLas emociones no pueden guardarse en una caja, deben ser libres, o de lo contrario, se convertirán en monstruos que nacerán de tu propia carne.