Tus palabras son la semilla
del pesado y relajante mar
que corre imponente bajo mis pestañas,
arrancando con su fuerza y dulzura
las espinas enterradas
en mi latente corazón rojo.
Ya no hay sangre,
no hay dolor,
solo las olas arremolinándose
para tejer una gran red con hilos de agua
que servirá para llevarse a cualquier tormenta.
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Fuego, lluvia y ceniza ©
PoetryLas emociones no pueden guardarse en una caja, deben ser libres, o de lo contrario, se convertirán en monstruos que nacerán de tu propia carne.