UN PASADO JUNTO A TI (Número Cinco)

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Narra Numero Cinco

En el hospital psiquiátrico no me dejaron visitar a Diego dicen que está en "rehabilitación"

Necesito buscar la manera de hablar con él sin ser visto por los guardias y doctores.

Por el momento decidí salir para buscar más pistas sobre cómo evitar el fin del mundo para después localizar a Luther.

Me dirigí a la casa de Elliott sumamente estresado y harto de esta situación.

Los malditos cálculos me salen cada vez peor. ¡Soy una mierda completa!

Escuché el pito de un auto y al regresar a ver era Annie.

—¿Sucede algo? —bajó el vidrio parecía que quería que suba.

No tuve tiempo a reaccionar por que aquellos suecos que mataron a Hazel comenzaron a dispar por todos lados.

Annie se agachó y yo me teletransporté donde ella para ver si no estaba herida

Note que se asustó un poco pero ahora lo importante es que nos salvemos

—¿Estas bien? —preguntamos al mismo tiempo a la vez que seguíamos agachados abajo se los asientos

Entonces los suecos se acercaron y siguieron disparando

Ella y yo nos teletransportamos a unas calles cerca de un callejón

—¡Vete de aquí! —grité— ¡Esto no es seguro! —exclamé apartándola de mí y empecé a querer atacar a esos idiotas

De repente veo a Annie lanzándose a uno de ellos y golpeándolo

La verdad no peleaba nada mal y yo aproveché la situación para pelear con los otros dos dejándolos desarmados y muy golpeados

En una distracción de ella el sueco la golpea estrellándola al piso

Quería ver si no estaba herida pero aquel tipo comenzó a golpearme causando que gritara de dolor

Sentía que el cuerpo ya no respondía hasta que el sueco se queja de dolor y después veo que lo noquearon con un martillo.

Era ella que desde mi vista se veía como toda una heroína. Me ayudó a levantarme

Joder... Al verla me sentía en un vaivén de sensaciones

—¿De dónde aprendiste a pelear? —pregunté un poco impactado

Después de todo ella está vez me ayudó. Siento que me voy desmayar

—Vámonos de aquí —me dijo ayudándome a caminar

Al llegar me senté en el sofá y ella se levantó

—¡Quédate aquí! Iré por vendas y gasas para tu cuerpo — fue y regresó con un botiquín

—Por favor sácate la leva, el saco y la camisa — me dijo

Yo solo asentí y poco a poco me saqué las prendas

Cuando limpio mi torso comencé a temblar. Aquel contacto era minúsculo, pero me hacía sentir extraño.

A parte de mamá y Vanya no ha habido alguna chica que se preocupara por mí y curara mis heridas. Sin darme cuenta no le podía quitar los ojos de encima mientras ella solo estaba concentrada en lo que hacía.

Mi pecho comenzó a latir muy fuerte. El cuerpo me dolía demasiado y lancé unos pequeños suspiros de dolor

—¿No estoy siendo delicada? —me preguntó tímidamente