◖🍯 ،، Besitos

968 180 100
                                    

Un nuevo amanecer, y nuestros pequeños protagonistas usarían el alegre día para continuar con su inocente y tierno juego de paternidad lleno de mimitos y sonrojos.

—Oh, ¡Seonggie hyung!— gritó feliz el castañito al recibirlo en su casita, lanzándose risueño en su fuerte abrazo.

—¡Sanggie!— se abrazaron con fuerza, presionando sus rellenitas y rosadas mejillas. —¿Vamos a seguir jugando a lo que hacen las mamás y los papás?— el castañito asintió.

—Ven, Seonggie— se tomaron de la mano, entrelazando sus deditos para ir corriendo hasta el cuarto de Yeosang.

Rápidamente Yeosang empezó a buscar platitos de plástico, colocándolos en la pequeña mesita en donde hacían su tarea.

—Ya sé qué otra cosa hacen los papás, Seonggie— dijo, sacando dos cajitas de jugo de manzana que tomó a escondidas hace unos minutos, para colocarlas en la mesa.

—¿Qué es?— dió pequeños saltitos de emoción. Por último, Yeosang abrió su bolsa de gomitas de gusanito junto a las de panditas para colocar la mirada en cada platito.

—Se dan besitos, Seonggie— tiró las bolsas ahora vacías, a la basura —Ayer vi una película donde una pareja iba a cenar, y cuando terminaban de comer, ¡se daban un besito!

—Oh— abrió su boquita, impresionado. —¿Empezamos a jugar ya, Sanggie? ¿Sí...?— le hizo ojitos de cachorros, Yeosang asintió con sus cachetitos ligeramente carmín.

Se acomodaron en las pequeñas sillitas para comenzar con su juego.

—Hice la cena para ti, Seonggie— habló el pequeño Yeosang, tratando de sonar formal, sosteniendo ambos utensilios de plástico con los deditos meñiques alzados.

—Oh— SeongHwa tomó varias gomitas, masticándolas con gusto —Te quedó espléndido, mi amor— juntó su dedo índice con el pulgar, cerrando sus ojos y haciendo boca de pato.

—Muchas gracias— sonrió satisfecho, bebiendo de su jugo de manzana con su meñique aún alzado.

Ambos terminaron de comer sus gomitas, bebiendo todo el jugo y levantándose de la mesa, dando por finalizada su pequeña y adorable cena.

—¿Ahora los besitos, Sanggie?— preguntó, ya sin el tono formal, el azabache con emoción.

—¡Sí, sí!— se acercaron, tomándose de las manos para dejarlas a la altura de su pecho, entrelazando sus deditos. Su corazón saltando de emoción dentro de sus cuerpecitos.

Lentamente se fueron inclinando, cerrando sus ojitos, hasta que sus boquitas estiradas como las de un patito se juntaron en un tierno e inocente roce que duró apenas un segundo. Igual eso bastó para colorear sus mejillitas de un intenso rojo, cómo el rojo de sus crayones.

—Creo que ya sé porque se dan tantos besitos, Sang— comentó el avergonzadito SeongHwa, aún sin querer soltar sus manos y alejarse.

—¿Por qué lo crees, Seonggie?— ladeó su cabecita en un tierno gesto.

—Se siente bonito— confesó —¿Puedo darte otro besito?— Yeosang se sonrojó un poco más, encogiéndose un poco en su lugar, pero asintió al instante.

Se dieron un pequeño beso de piquito, luego otro, y otro, y otro más. El dulce sentimiento alimentando sus almas.

—Pequeños, la- Oh— entró Jin, sorprendiéndose por ver a su hijo compartiendo pequeños besos con su amiguito. Aunque no podía negar que la escena era sumamente adorable.

Miró por el pasillo, visualizando a su esposo que caminaba hacia la sala lentamente, al mismo tiempo en que leía un libro.

—¡Joonie, ven aquí!— lo llamó, agitando su mano para captar su atención.

Inmediatamente un pelinegro llegó al lado de su esposo, y éste señaló con la cabeza al par de pequeños que seguían con sus inocentes besitos sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

—Chicos— finalmente dejaron de darse besitos, mirando a los mayores. —¿A qué juegan?— preguntó dulcemente Jin.

—¡Jugamos a la mamá y el papá, papi!— respondió alegre el castañito. NamJoon se dirigió hacia los pequeños y se acuclilló frente a SeongHwa.

—Entonces, ¿eres el esposo de mi Yeosanggie?— preguntó, riendo internamente ante la tierna escena.

—Aún no soy su esposo... ¡pero pronto lo seré!— aseguró, sus ojitos brillando con confianza. NamJoon sonrió.

—Entonces, sólo te pido que cuides muy bien a mi Sanggie y lo ames mucho, mucho, ¿sí?

—¡Sí, señor!— respondió SeongHwa, haciendo un saludo militar.

Mientras, Yeosang jugaba con sus manitas, meciendo su cuerpecito de un lado a otro, con la cabeza gacha y una sonrisa cubierta por un sonrojo. Sus lindos ojitos cerrados con su pestañas rozando sus mejillas carmesí. Adorablemente avergonzadito.

—Nam, sólo están jugando...— negó levemente con la cabeza, mientras suaves risas abandonaban su boca.

—¿Y?— volteó a ver a su hermoso esposo —Mi bebé ya tiene a su pareja y no podré cuidarlo yo, entonces me aseguraré de que este muchachón— sacudió amistosamente el hombro de SeongHwa —lo cuide muy bien por mí.

SeokJin explotó en carcajadas mientras se dirigía a su esposo y salía del cuarto junto a él para dejar jugar en paz a los pequeños.

Y ellos siguieron jugando con algún muñeco de acción, dándose uno que otro besito mientras se divertían por el resto de la tarde.

Y ellos siguieron jugando con algún muñeco de acción, dándose uno que otro besito mientras se divertían por el resto de la tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo sólo diré que NamJoon y SeongHwa mis varones

😔🤙🏻

﹟⛓︎، ›♥︎ ❝Lo que hacen Mamá y Papá❞ 🍯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora