◖🍯 ،، Siesta

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Luego de la maratón de películas infantiles, exceso de golosinas y varias caídas por saltar en la cama mientras interpretaban varias canciones de Disney, los pequeños finalmente estaban exhaustos. Su energía viéndose absorbida por el atardecer del sol.

Nayeon se había encargado de preparar la ducha para los infantes, pues tanto juego los había dejado sudados, además de las embadurnadas de dulce por todas partes.

En la tina del cuarto de baño tomaban su ducha Yeosang y SeongHwa, salpicándose agua en la cara, jugando con los patitos de goma y ayudando al otro a enjabonar su cabellito con suaves masajes. Todo esto con la supervisión de la madre, claro.

Al finalizar la hora de baño cenaron gustosos leche y galletas sin azúcar (ya habían consumido bastante ese día), SeongHwa alimentando a su pequeño y lindo esposito con las galletitas y Yeosang dando un besito en la mejilla por cada pieza que ingería.

—¿Ya terminaron de comer, niños?— preguntó Nayeon, luego de recibir a Jeongyeon que llegaba de hacer las compras para la despensa.

—¡Mhm, mhm!— asintieron ambos, aún con las mejillas llenitas e infladas como una ardillita.

—Cepillense sus dientes y vayan a dormir, ya es tarde para que sigan despiertos. — ordenó amablemente.

—Mami, ¿puedes leernos un cuento?— preguntó SeongHwa luego de pasar la papilla que había hecho con sus dientes.

—¡Sí, sí! por favor. — pidió el castañito con sus tiernos ojitos brillando.

—¡Sanggie!— exclamó SeongHwa, Yeosang giró su cabeza para verlo. — ¡Estás manchado con la leche!— el azabache tomó una servilleta y la pasó con cuidado sobre la mejilla y la comisura de los labios rojizos de su menor, depositando un besito al no haber leche ensuciando el lindo rostro de su parejita de juego.

—Gracias, Seonggie. — besó sus labios inocentemente. La madre conmovida por tanta ternura frente a ella.

—Está bien, les leeré el cuento. — los menores celebraron alzando sus bracitos. — Vayan a la habitación, y busquen un libro.

Ambos niños rieron emocionados, subiendo las escaleras a prisa tomados de la mano, para no dejar caer al otro y ayudarlo, para mantenerlo a su lado.

Porque no estaban en una competencia, estaban para ayudarse mutuamente, ¿no es eso lo que se hace en el matrimonio?

Al llegar al cuarto del azabache, rápidamente cepillaron sus dientes como se les fue ordenado. Luego comenzaron a buscar un libro para que se los leyeran, en lo que la mujer limpiaba la mesa.

—¿Este te parece, Sanggie?— preguntó SeongHwa al castaño, mostrándole la portada del libro de Ratón de campo y Ratón de ciudad.

—No, ya lo hemos leído antes, Seonggie— buscó otro libro, encontrando uno que era de sus favoritos. — ¡Mira! ¡Ricitos de oro y los tres osos!— se lo mostró.

—Que mi mami nos leea éste. — decidió, subiéndose a la cama con el castaño.

Al momento de meterse bajo las sábanas llegó la pelinegra, sentándose en la esquina de la cama.

—¿Ya saben cuál libro les leeré?— los pequeños asintieron y SeongHwa le mostró la portada del libro.

—¡Éste!— Nayeon lo miró, sonriendo dulcemente.

—¿Seguros?— los niños volvieron a asentir, acurrucandose juntos, listos para que la narración los ayudara a dormir. — Bien... Había una vez tres osos que vivían en su casita en medio de un bosque. Eran el papá oso, la mamá oso y el bebé oso.

﹟⛓︎، ›♥︎ ❝Lo que hacen Mamá y Papá❞ 🍯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora