Matías Fischer ©

25.- Todo.

Grind me down — Lilianna Wilde

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Aviso: Se vienen escenas +18 sexuales, sigan leyendo bajo su propio riesgo, no es nada muy fuerte, pero por normas de wattpad es mi deber advertirles.

Sin más que decir, disfruten el capítulo, los quiero ♡

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¿Han sentido tanto deseo por alguien que su cuerpo arde, quema, pide las caricias de esa persona? En este momento eso siento.

Matías y yo nos miramos fijamente por algunos segundos antes de besarnos, pero no es un beso tierno como los que solemos darnos. Es un beso que pretende dejarme sin razón, o quizás él ya perdió la razón.

Sus manos acarician la curva de mi cintura lento, pero fuerte, presiona sus dedos un poco en mis costillas como si no quisiera soltarme, yo no quiero que me suelte. Mis manos se cuelan bajo su camisa para sentir su abdomen y sin poder contenerme comienzo a desabotonarla. Él suspira en mis labios y traza un camino de besos hasta mi cuello en donde me desarma de todas las formas posibles; lame, chupa, muerde y besa mi cuello sacando inevitables gemidos de mis labios.

Siento sus caricias, siento sus manos colándose por debajo de mi blusa y subiendo por los costados, se detiene justo antes de acariciarme los pechos y yo con dificultad para respirar apenas puedo susurrar un sigue, acaricia mis pechos y vuelve a besar mis labios. Sus manos me comienzan a quitar la blusa y baja su rostro a mis pechos; los besa, los lame, los chupa, sacándome nuevamente tantos gemidos que ni siquiera creía posible pudiera soltar.

Mis caderas se arquean buscando el roce de su pene con mi cuerpo, él gime al notar el roce, se aleja de mis pechos dándome tiempo a respirar y me mira a los ojos con profundidad.

—¿Estás segura?

—Contigo estoy segura de todo.

Sonríe ampliamente.

Se levanta, quita su cinturón, luego su pantalón y finalmente el bóxer revelando su miembro ante mis ojos, lo toma con su mano derecha y sube y baja, aunque ya está muy erecto sorprendentemente lo veo crecer más.

Me muerdo el labio justo antes de mirarlo a los ojos, definitivamente lo quiero dentro de mí.

Se acerca de nuevo a la cama, levanta mi vestido y baja mi calzón, sin duda fue un buen día para usar vestido.

Se coloca frente a mí y gimo al sentir de nuevo el roce entre nosotros, pero esta vez sabiendo que estamos desnudos. Me besa el cuello y yo gimo hasta el punto de que mi garganta raspa y mis uñas le arañan la espalda.

Muevo mi pelvis hacia él aumentando el roce entre nosotros, no solo lo quiero dentro de mí, yo siento que lo necesito, susurro un por favor y Matías se aleja de mi cuello para mirarme a los ojos, sonreír y besarme.

Poco a poco siento como se adentra en mí, siento el dolor y el ardor.

—Deja que me acostumbre un poco —susurro.

—Puedo esperar todo lo que quieras mi amor —responde con voz ronca antes de besar de nuevo mis labios.

Unos segundos después de besarnos se separa de mí y le doy un asentimiento con la cabeza, se comienza a mover dentro de mí y poco a poco la habitación se va llenando de nuestros gemidos, aumenta el ritmo y yo me siento en las nubes.