Matías Fischer ©

23.- Cayendo.

I don't care - Ed Sheeran

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Matías

Me siento muy feliz, la chica que me gusta y que quiero tanto es mi novia, y lo mejor, ¡tenemos una hija! Una preciosa nena que amo con todo mi corazón.

En momentos como estos me pregunto si quizás tengo muy poco amigos de verdad, claro que quiero gritarle al mundo que Lesly es mi novia, pero no tengo un amigo cercano al que realmente quiera contarle lo ocurrido.

México piensa que Lesly y yo tenemos problemas, unos creen que en serio terminamos la relación y seguimos juntos solo por Matty, otros creen que seguimos siendo novios, pero hemos tenido problemas y a causa de eso cancelamos la boda.

Por supuesto que nadie sospecha que Lesly realmente nunca se embarazó de mí y no fuimos novios hasta ahora, pero a veces las cosas suceden de una forma extraña.

Que Lesly aceptará cenar conmigo -aunque haya sido mala idea- fue lo mejor que me pudo haber pasado porque ahora la tengo sentada junto a mí, haciéndole mimos a Matty mientras vamos camino a casa, fuimos a una de las consultas de rutina de Matty y mi niña se encuentra en perfectas condiciones.

-¿Recuerdas cuando me mandaste al pepino? -le pregunto a Lesly con una sonrisa en los labios sin dejar de mirar al frente.

Noto su mirada en mí y escucho su linda risa -como olvidarlo, lo recordaré como una de las estupideces más grandes de Lesly, ¿por qué lo preguntas?

-Me parece curioso que me mandaras al pepino solamente.

Se pone en alto y la miro divertido mientras me mira con el ceño fruncido.

-Claro, conociendo todo tu diccionario de groserías, uno esperaría algo más horrible, como verga o mierda.

Se encoge de hombros -supongo que en el fondo sabía que no estaba siendo justa contigo, ni siquiera te conocía.

-Eso es obvio, si me hubieras conocido se te hubieran caído los calzones con tanta perfección interna y externa que hay en mí.

Escucho su risa muy fuerte y río con ella.

En ocasiones suelo ser egocéntrico, -como ahora- pero Lesly sabe que solo estoy bromeando, escucharla reír es uno de mis sonidos favoritos y siempre que puedo intento provocarlo.

-Ya no voy a caber a causa de tu gran ego -finge estarse ahogando mientras con una mano cubre su cuello -aire.

-¿Quieres comer fuera? -pregunto ignorando totalmente su escena, pero sonriendo divertido.

-Sip.

-Se siente bien.

-¿Qué cosa? -cuestiona meciendo a una dormida Holly.

-Volver a ser los mismos, sin pelear, yo con mi ego y tú con tus palabras mal dichas a propósito.

-Nope -ríe- digo, que nel pastel, no las digo a propósito. Ya sabes, son parte de mí -llegamo a la avenida más cercana de mi casa donde se encuentran los restaurantes y freno un poco la velocidad.

Ella mira en todas las direcciones y sus ojos ilusionados se detienen en un lugar en especifico, lo apunta con su índice y sonríe.

-Quiero comer en Mc Donald's.