ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 28.

💚💙

Harry tomó una ducha rápida tallándose y frotándose bien el cuerpo para eliminar cualquier mal olor y rastros de sudor.

Por su desesperación de ir con Louis, terminó por entrarle shampoo a los ojos.

- ¡Mierda! - se quejó frotando y enjugando sus ojos con agua limpia.

Una vez que el malestar pasó salió de la ducha enrollándose una toalla a la cadera. Secándose el cabello con otra toalla.

Salió del baño para dirigirse a la cocina y darle algo de cenar al pobre gato.

- Muy bien, pequeña ¿cómo debería llamarte...?- lo pensó por algunos segundos hasta que el primer nombre cruzó por su mente. - Sam, no Sam no. Maldito idiota. - recordó.- Te llamarás Elicia. No sé de dónde saqué ese nombre pero tienes cara de Elicia o podrías llamarte Olivia como la gata de mi hermana.

Miró al gato luego de cometer un error.
La gata ladeó la cabeza mirándolo.

- Quiero decir que mi hermana no es una gata, tiene una gatita llamada Olivia y no sé porqué te estoy explicando esto si solo eres un gato...

Louis se asomó por la puerta de la habitación.

- Por el amor de Dios, Harry. Ya deja al gato en paz y regresa a la habitación.

- Tú papi es muy molesto a veces. - murmuró hacia la gata.

- ¡Te escuche, pequeña mierda!

Harry rió y dejó a la gata comiendo en la cocina.

El ojiverde entró a la habitación, Louis solo se encontraba en una camiseta sin mangas, en bóxers y en la cama tratando de hacer una pose sexy.

Harry rió y se sentó en la orilla de la cama.

- Estaba tratando de ser sexy y tú lo arruinaste con tu boba risa. - se sentó cruzando las piernas.

- Estoy algo nervioso.

- Eres un maldito virgen. - imitó las palabras del rizado que le había dicho la noche anterior.

- Oye, deja de copiarme mis frases, consíguete las tuyas.

Louis rodó los ojos.

- Sí, bebé. Lo que él bebé Harry quiera.

- No soy un bebé. - se quejó.

- Eres un bebé porque eres más chico que yo. - se burló Louis.

- Será solamente de edad porque de altura soy diez centímetros más grande que tú. - se burló esta vez Harry.

- Ay ya cállate. Si vamos a seguir discutiendo por esto entonces vamos a dormir.

- Ya, lo siento. - sonrió Harry. - Entonces... ¿Estás listo?

- Sé gentil y cuidadoso.

- Todo lo que mi novio quiera. - Harry dejó un beso casto en los labios del mayor para ir al baño por el lubricante y condones.

Louis se sentía nervioso, tenía mucho tiempo sin tener sexo - hasta ayer - , sin ser el pasivo.

Harry regresó de nuevo a la habitación y eso hizo que saliera de sus pensamientos.

El ojiverde dejó todo lo que ocuparía en la mesita de noche, al lado de la lámpara.

- Harry, te juro que si no eres gentil te romperé el culo.

- ¿Eso es premio o castigo? - rió Harry. - Seré gentil, Lou. Sé que no lo haz hecho en mucho tiempo.

- Bien.