capítulo doce

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— ¡Hola!

  Tu mirada se dirigió a la pequeña niña que se encontraba frente a ti con una enigmática sonrisa alegre, la cual terminó por ser contagiosa. Se trataba de la pequeña hija de tu madre, Hanan, una pequeña que no tendría nada que ver con la situación que tenías con tu madre.

— Hola— tu voz de mantenía en un tono serio, pero por lo menos tratabas de ser amable.

  En los orbes obscuros de la pequeña había un ligero brillo que aumento cuando le devolviste el saludo. Kazumi siempre le había contado a su pequeña hija acerca de una historia de una pequeña bebé de cabellos rubios, quien después de tener sus primeros minutos de vida mantuvo una enorme sonrisa, una sonrisa llena de vida que nunca más volvería a ver. Una bebé que le dejó como nombre (T/N).

  Hanan no entendió el porqué tú no aceptaste estar con tu madre cuando te enteraste que tenías una, ella pensaba que una vez que Kazumi diría que era tu madre tu saldrias junto a ella y formarían una familia feliz, pero eso no sucedió. Durante los partidos ella se mantenía a lado de su madre observando a la única fémina de cabellos rubios, la protagonista de las historias que relataba su madre.

— ¿Quieres comer galletas en mi casa?— preguntó la joven niña con un toque de esperanza, cosa que lograron escuchar la mayoría de los presentes.

  Habias estado junto a la familia del entrenador Kudou, esperando a los demás jugadores de Raimon, debido a que por órdenes del entrenador debías de viajar junto a ellos ya que no había otro asiento disponible para ti en la caravana relámpago. Cosa que generó tu incredulidad, ya que si existía espacio para todos.

  Kazumi al igual que Fudou y Fuyuka, escucharon las palabras de la pequeña Hanan hacia ti. Como sabían poco acerca de ti, por lo menos esperaban a que no rompiera las esperanzas de la pequeña miembro de la familia.

  Cuando Kazumi le habló a su pequeña hija que tendría otra hermana mayor, la pequeña niña se había emocionado a un nivel que desconoció y es que tener a alguien más en la familia la lleno de alegría. Pero, todo eso se desvaneció cuando escuchó las palabras que sobresalieron de tus labios, como aún era joven pensó que quizás sus padres se habían equivocado y ella no era la hija perdida de su madre.

— Por supuesto, cuando quieras.

  Tu respuesta ánimo aún más a la pequeña Hanan, quien terminó por soltar la mano de su madre para tomar tu mano con cariño. Acción que no pasó desapercibida, debido a que eran los únicos presentes.

  Algo en ti se había encendido, una pequeña vela que no solía prenderse de forma acostumbrada, un sentimiento cálido y lleno de protección. Nunca habias tenido la oportunidad de sentir como es ser una hermana mayor, quizás porque siempre se trató de ti y tus abuelos, siempre fue así.

  Por lo que justo después de observar aquella escena una sonrisa llena de emoción invadió el rostro de Kazumi, quien ansiaba con un pequeño momento así.

  Justo después de varios minutos los presentes habían observado como es que aparecía la caravana relámpago, después de que este estuviera a minutos de retraso. Cuando los jugadores comenzaron a salir de la caravana lo primero que esperabas ver era a tu compañero Goenji, quién se supondrías que este sería su último posible partido con Raimon.

  Te lamentabas el hecho de no haber arreglado nada con su padre, si la madre de Goenji aún siguiera viva el padre de este no tomaría aquella decisión, debido a que su esposa respetaba las decisiones que quería tomar Goenji. Pero, como ella no estaba más seria difícil intentar arreglar algo.

  Cuando unos cabellos albinos se acercan a ti con una ligera sonrisa, sabias que por lo menos estarían disipando los problemas del día, quizás el también podría ayudarte con el inconveniente que estabas teniendo.

— ¿Quién eres tú?

  Una pequeña cuestionó justo antes de que formulara algunas palabras, destruyendo el ambiente que ambos habían formado cuando sus miradas se encontraron. Por lo que Fubuki generó una pequeña risa tras ver el rostro de la pequeña observarlo con curiosidad, Hanan sabía que era un jugador de Inazuna Japan pero nunca se enteró de cual era su nombre.

— Me llamó Shiro Fubuki y ¿tú?— él mencionado bajó un poco su cuerpo para estar a su misma altura.

— Yo soy Hanan Kudou— una sonrisa se mantenía en el rostro de la menor—. Soy hermana de (T/N).

  Cuando Hanan pronuncio aquellas palabras se había aferrado a tu cuerpo con un semblante alegre, como si estuviera feliz de pronunciar aquellas palabras.

— ¿Tu qué eres de mi hermana?— su rostro se frunció ligeramente para seguir observando al albino.

  Fubuki te dio una mirada de reojo acompañada de un sonrisa, la cual devolviste, nunca habías estado en una situación como esta y tener que estar con una pequeña niña que te trataba como tu hermana de toda la vida, en serio que te provocaba un sensación de calidez.

— Soy su novio— respondió Fubuki después de un largo silencio.

  La menor abrió sus ojos de forma asombrada, cuando estos se dirigieron hacia ti y hacia el casi al instante.

— Pero mi papá dice que no podemos tener novio hasta los dieciocho— agregó la menor de forma sorprendida—. Y tu tienes quince ¡eso no es justo!

  Una risa sobresalió de tus labios, el entrenador Kudou debió de ser exigente en cuanto a su hija menor.

— ¡Tu debes alejarte de ella!— señaló a Fubuki con molestia—. No te la vas a llevar, no la vas a alejar de nosotros.

— Tranquila, no haré eso— añadió el albino, cuando observaste su rostro sabias que quería reír.

ENCHANTED ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora