JiSoo es una famosa fotógrafa, quien va de gira gracias a un evento de gran élite y por su buen trabajo.
En una parada, especialmente en Londres, conoce a una chica que le devuelve la emoción a su vida y la razón por la que ella decidió entrar en el...
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Roseanne y JiSoo se encontraban en la bañera, la pelirroja apoyándose en el pecho de la rubia.
Desde la mañana habían tenido un ambiente tranquilo, como si su extraña relación hubiese llegado a un punto de conexión total y que con solo unas miradas eran capaces de poder entenderse.
Pequeñas sonrisas y ojos brillantes, dedicándose las más lindas palabras y sueños.
Era relajante tener una vida así.
La música sonaba de fondo y en algunos momentos, las dos chicas comenzaban a cantar al compás.
JiSoo se sentía en el paraíso, los momentos que pasaba junto a la chica le parecía un tesoro de la cual cuidaría durante toda su vida y aunque piense que está viviendo un cuento de hadas, se sentía más viva que antes.
Sentir como el pecho de la rubia se movía por su tranquila le respiración, su voz melodiosa y su piel tibia era una sensación que la podría mantener despierta y a su vez, llevarla a descansar.
Sus manos se entrelazaban y jugaban con ellas, pensaba que era dos piezas de rompecabezas y se unían a la perfección.
—Ahora que escucho Imagine, creo que vendría de maravilla para este momento, ¿no crees, Rosie?
— ¿Por qué lo dices, Soo?
La pelirroja se acomodó de tal manera que pudiese ver el rostro de Roseanne y sonrió.
— ¿Puedes imaginar un mundo donde tu y yo estemos así, durante mucho tiempo? Donde no tengas que temer por el como te tratan, ni porque seas reconocida, porque cuando llegues a casa, poder estar juntas, tomar un baño justo como ahora y tal vez... Hacer lo que queramos.
—Pero si eso ya está pasando.
Aquella respuesta hizo que las mejillas de JiSoo cobraran un suave color rojizo, causándole una risa a la rubia.
—Soo, puedo imaginarme eso y mucho más, de hecho, después de besarte, sentí que ya tenía todo en este mundo, nunca lo había imaginado antes, mucho menos pasar una noche tan maravillosa gracias a alguien, tampoco me hubiese imaginado conocer a alguien y sentir al segundo día que podría morir de amor. Cuando comencé a vivir mi vida, dejé de imaginar y terminé enfocada a la realidad, sin embargo, me enseñaste a como hacerlo otra vez y no sabes cuan agradecida estoy.
La rubia dejó un corto beso en la frente de JiSoo y terminó por unir sus frentes.
—Imaginarme un mundo es pequeño para lo que realmente quiero que sea.
La mayor suspiró.
—Park ChaeYoung, ¿cómo es que me tienes tan rápido a tus pies?
