The Soul Purchasing Pirate [One Piece]

| 71 | ¡Se acerca la tormenta!

Era el séptimo día cuando Jason y otros llegaron a la isla Baterilla y encontraron a Rouge. Al mediodía de ese día, Jason, el pequeño maestro y Rouge estaban almorzando alrededor de una mesa pequeña.

De repente, la simple expresión de Jason cambió a extremadamente seria por un instante.

Rouge se quedó perpleja cuando vio la mirada del hombre honesto.

"¿Qué ocurre? Jason!"

Al mismo tiempo, el pequeño maestro que estaba bebiendo leche de su lado levantó la cabeza y sus ojos estaban serios.

“¡Puru! Puru! ¡Puru! "

Sonó el Den Den Mushi. Jason, que estaba comiendo mucho con la boca llena, rápidamente dejó los palillos y sacó el Den Den Mushi de su bolsillo.

Durante siete días, finalmente sonó el tranquilo Den Den Mushi.

"Hola."

Rápidamente recogido, la voz de Jason era pesada.

"¡Tomar acción!"

Frente a la llamada telefónica, llegó una voz joven, lo que hizo que Jason soltara un suspiro de alivio, pero también hizo un gran cambio en su estado de ánimo.

En los últimos días, ha visto los cambios en el bloque sur de la isla Baterilla. Desde el momento en que llegó allí, había una patrulla de infantes de marina casi cada diez metros en la cuadra sur. Sin embargo, ese día, el número de infantes de marina se redujo drásticamente. Cada día que pasa, ve que el despliegue de los marines se aclara.

Jason sabía claramente que esto debía ser causado por Rogen.

Para facilitarles la salida, Rogen decidió enfrentarse solo a los marines.

Jason estaba muy consciente del peligro.

"¿Sigues a salvo?"

Jason se apresuró a preguntar.

"Eh, estoy bien".

Una voz risueña vino del teléfono, seguida de otras palabras.

“¡Todo está bien, por favor a los dos! Llévala lejos del South Blue. ¡Tu destino!"

"¡Ponlo en el North Blue!"

Entonces, el Den Den Mushi colgó.

Jason se sentó allí, aturdido por un momento, luego se guardó cuidadosamente el Den Den Mushi en su bolsillo, y la ansiedad en su rostro había desaparecido.

Miró a Rouge con expresión seria, reflexionó un rato y finalmente habló.

"Señorita Rouge, aquí estamos".

"Es hora de ir."

Rouge no se sorprendió. Ella sonrió y dijo: “¿Es él? Tu capitán".

"¡Sí!"

Jason no lo ocultó.

"¡Muy bien, te escucho!"

Rouge asintió

Luego, los tres empacaron sus pertenencias. El pequeño maestro ató un pequeño paquete alrededor de su cuello y saltó sobre el hombro de Jason.

"¡Clic!"

La puerta se cerró y empezaron a caminar por la calle.

Mary, la mujer embarazada de al lado, estaba saliendo por la puerta en ese momento. Cuando vio a Jason y Rouge, se sorprendió y preguntó con una sonrisa.