Cómo Puedo Saberlo? [Kubokai]

10 - Acaso eres novia de ese enano?

Kaidou

Desde ese día e tratado de evitar a kuboyasu, pero es un poco complicado, pues cada vez que me alejo, el se acerca aún más, porque me tiene que pasar esto a mi?.

El día de hoy no vino Chiyo, no la veo desde aquel día, eso ya fue el domingo, y hoy es miércoles, muy pocos días la verdad.

Estamos en clases de literatura, tengo demásiado sueño, ya que ayer no pude dormir correctamente, me quedé hasta tarde ayudando a mi hermano menor con sus tareas, alguien mejor que yo, no existe.

Estoy mirando el pizarrón, de repente empiezo a ver borroso y mis ojos se cierran poco a poco y caigo con la cabeza abajo sobre mi mesa, hasta que siento algo en mi cabeza.

Volteo y es una nota.

No te quedes dormido, recuerda que esta es una clase para un examen.

-Aren

Luego de leer la nota solo asiento con la cabeza, para luego quedarme dormido al fin.

...

Me despierto, y no queda nadie en el salón, aquí es donde me doy cuenta que mi mochila no está, me levanto rápidamente y corro por las escaleras en busca de mi mochila.

Llegó al piso de la salida, allí se encontraban saiki y nendou esperándome, con mi mochila en su mano

–gracias nendou, pensé que me la habían robado– dije tomándola

–la verdad es que se la quitamos a Aren

-Aren?

–si, ya podemos irnos?– dice Saiki con Tono cansado

–claro

Luego de que Saiki y nendou llegarán a su casa a mí me faltaba muy poco para llegar a mi casa, pero luego empezó a llover, así que entre por el callejón en dónde vi a aren aquél dia, solo lo tome como un atajo para llegar a mi casa más rápido y no mojarme con la lluvia.

Pero al parecer mis piernas no querían eso, corrí y pase por el suelo mojado haciendo que me cayera de boca y todas mis cosas se esparcieran por el suelo.

Me levanto, empiezo a recoger todo, pero luego llega alguien y me toca el hombro.

–te caiste?, Te ayudo?

–b-bueno...

Me interrumpe,– de seguro estás perdido, pobrecito

–no, no e-estoy perdido

No tengo miedo, solo que ese Hombre tiene un bate y me da miedo, digo, no me da miedo.

Empieza a recoger mis cosas, hasta que agarra mi billetera.

–no tengo nada –dije sin más

–puedo revisar?

–n-no –me mira alzando la ceja.— Bueno revísala.

Me levanto, empiezo a correr hacia la dirección contraria, tratando de no tropezarme, pero el chico me llama, trato de ignorarlo

–hey chico

Volteo pero no dejo de correr,–que pasa?

–Olvidaste tus cosas

Dejo de correr,–me las puedes dar?

–claro, ven

–oh, que bueno.

Empiezo a caminar hacia su dirección, pero algo me frena, cuando volteo, alguien me tiene tomado por el hombro.