Una historia de amor sobre volkacio y su reencuentro. Todo ficción. Iré subiendo los capítulos poco a poco. Espero les guste 😊.
❗️Nuevo capitulo cada jueves-viernes.
❗️en proceso de editar pero contenido acabado.
❗️Puede que las personalidades de l...
Antes que nada quería avisar que al final me decanté por no escribir lemon porque esta historia es demasiado soft y creo que no iba. Ahora si, disfruten <3.
Pd: no sé como se dan los votos matrimoniales ni cuando hay que dar los anillos ok? 😫✋
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POV Volkov:
Respiré profundamente mientras me arreglaba la pajarita. Estaba muy nervioso, algo no me daba buena espina. Dicen que el día de tu boda es el más feliz, y aunque lo seguía siendo no podía evitar pensar en que algo malo sucedería.
- Volkov, vamos a llegar tarde.- anunció Conway alargando la o de mi nombre. No pude ni contestar y ya abrió la puerta. En cuanto me vio le vi que la comisura de sus labios formaron una pequeña sonrisa y seguramente alguna que otra lágrima aunque si le preguntas el negaría que lo hizo. Sé que para él Horacio era como un hijo y estaba orgulloso de que por fin se casará, además de que él siempre estuvo insistiéndome en qué debía de formar una familia, porque aunque lo demuestre a su manera, Conway me apreciaba mucho.
Yo tampoco pude evitar sonreír. En ese momento todo lo malo desapreció para observar a mi jefe emocionado. El sonido de mi teléfono nos sacó a ambos del trance, un mensaje de Gustabo.
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- Mira que son gilipollas.- reí y le mostré el teléfono a Conway.
- Ten cuidado que uno de eso gilipollas va a ser tu esposo en unas horas.
- Lo sé... aun no me lo creo, ¿como ha podido ser tan rápido?
Flashback.
Me encontraba en la misma montaña frente al mar donde el CNP dedicamos un minuto de silencio a nuestro ex compañero Torrente. Estaba decidido a hacerlo y no encontré mejor lugar que este puesto que aquí nos hicimos la promesa de que saldríamos juntos de toda la mierda por la que pasábamos en ese momento y nos dimos un abrazo, un simple gesto que hizo que me despertaran esas chispas que declararon una guerra a mi corazón.
Horacio llegó después de salir de su turno, había quedado aquí con él bajo la excusa de que necesitaba mostrarle algo y realmente no mentía, necesitaba mostrarle mi anillo de compromiso.
- ¿Volkov? ¿Qué haces aquí?- la luz del atardecer reflejaban sus hermoso ojos bicolores. Me quede observándolo con una sonrisa boba y le indiqué que sentara a mi lado.
- Amor ¿no pensarás en suicidarte no? ¡La vida es muy bonita, no podría vivir sin ti!- hizo énfasis en la última frase antes de abalanzarse a abrazarme. Otra de las cosas que más adoraba de él es que llegaba a ser muy dramático a veces, basta con ver una pequeña araña para batallar contra ella con escoba en mano, era sorprendente que aún siguiera en el cuerpo de policía.
