TRECE

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Serkan:

Dos meses han pasado desde que me casé con Eda Yildiz, ahora Eda Bolat. Dos meses llenos de felicidad y de amor.

Eda prácticamente amenazó con llevarme a rastras a la boda si se me ocurría ir a otro sitio que no fuese el lugar donde se iba a celebrar la ceremonia, y no me opuse a sus ordenes, nadie tenía la más mínima idea de las ganas que tenía de convertirla en mi esposa.
No puedo decir que ese día fuese el más feliz de mi vida porque cada día a su lado siempre consigue mejorar el anterior, pero jamás podré olvidar el rostro de felicidad de Eda en el momento en el que los dos aceptamos convertirnos en marido y mujer. O las lágrimas de felicidad cuando nos colocamos esos anillos que nunca más volverían a salir de nuestros dedos.

Ahora éramos una pareja casada y compañeros iguales en el trabajo. La gente podría pensar que convivir y trabajar con tu pareja era algo malo, algo complicado, demasiado absorbente... al contrario, trabajar con Eda era desafiarnos a diarios debido a los constantes desacuerdos que presentábamos, era superar nuestros límites y retarnos a mejorar.

- Serkan Bolat, no quiero aceptar ese proyecto y no pienso ceder bajo ningún contexto- mi mujer entró en la oficina como alma que lleva el diablo, dejando caer una pesada carpeta frente a mí- Ni siquiera entiendo que te estés planteando llevarlo a cabo...

Cerré con lentitud la tapa de mi ordenador y junté los dedos frente a mi rostro. No entendía de lo que hablaba pero hoy no era un buen día para que mi esposa presionase mis límites, los dolores de cabeza no cesaban desde el momento en el que salí de la cama y soportar gritos injustificados no entraba en mi planes.

- ¿Se puede saber de que hablas, amor?- intenté suavizar mi tono lo mejor que pude, pero era consciente de la irritación que había-
- No te hagas el tonto, Serkan Bey- alcé ambas cejas, solo se refería a mí de esa manera cuando estaba realmente cabreada- Ese proyecto plantea destruir varios arboles para poder edificar encima y desde ya te digo que eso es algo que esta oficina no va a hacer...

Eda estaba cruzada de brazos con una de sus cejas alzadas y visiblemente irritada. Respiraba con fuerza para demostrar su mal humor, pero yo no pude evitar sonreír al darme cuenta de los hermosos ideales que tenía.

- Para empezar, no sé de qué proyectos me hables, Leyla trajo una gran cantidad de carpetas esta mañana y la verdad es que no he tenido tiempo de mirarlas- coloqué mis manos sobre mi sien, masajeándola ante el incesante dolor- Erdem tenía que colocarlas en los proyectos por revisar, pero está claro que lo ha hecho en las posibles propuestas, no sé porqué no me sorprende...
- ¿Estás bien?- de golpe toda la actitud altiva de mi esposa se redujo a nada, acercándose a mí con preocupación y tomando mis manos entre las suyas- Tienes mala cara, hayatim.

La verdad es que no me sentía para nada bien, el dolor de cabeza empeoraba por segundos y un sudor frío estaba recorriendo mi cuerpo por sorpresa. Pequeños puntos oscuros aparecieron en mi visión...

- Eda, no me siento muy bien- no tenía sentido hacerse el fuerte porque antes de poder continuar con más palabras mi visión se oscureció por completo y me desplomé-

Eda:

Nadie era capaz de decirme nada.

Dos horas y nada.

Ni un solo médico había salido para hablar conmigo sobre lo que ocurría, y si después de tanto tiempo nadie decía nada significaba que las cosas no iban bien.

Serkan no estaba bien.

Encima yo lo había presionado con los proyectos, era lo único que había hecho durante la semana, criticar sus elecciones y asegurar que se equivocaba en cada una de ellas.

SLOWWhere stories live. Discover now