Éxtasis de Velocidad | EMILIACO [COMPLETADA]

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JOAQUIN

Este día está comenzando a ser una mierda.

Primero, en la mañana discutí con mis padres ya que al despertarme en la madrugada y bajé por un vaso de agua, encontré a mi padre dormido en el sofá. Obviamente cuando estábamos todos en la mesa desayunando pregunté, quisieron hacerme el típico cuento del niño mocoso que todo se lo cree. Les dije que ya no era un niño al cuál podían manipular y hacerle ver que todo está bien.

Noté cierto nerviosismo en ambos, como si me estuvieran escondiendo algo que no quieren que sepa.

Los dos parecieron estar en de acuerdo en lo que me dijeron, como si ya lo tuvieran planeado. Según sus palabras, el nuevo aerosol que mi madre hecha todas las noches para perfumar su habitación, está causando una cierta alergia en mi padre. No sé qué pensar después de eso, tengo entendido que mi papá es alérgico a demasiadas cosas y que talvez lo del aerosol tenga sentido.

A todo esto hay que agregarle que se me olvidó un día antes cargar de gasolina mi motocicleta y tuve que irme con mi mamá. Cuando llegamos a lo que se supone que es mi nueva escuela. No faltaron las típicas miradas de curiosidad, todos cuchicheando sobre mi seguramente.

Mi madre como toda hipócrita, se despidió de mi muy cariñosa, algo que nunca hace si no lo ve necesario.

Cuando entré, varios chicos, y hablo en general, se acercaron a tratar de ayudarme. Puse la sonrisa más hipócrita al igual que mi voz para decirles que no era necesario.

Pero mi día empezaba a alegrarse un poco cuando pude ver a Emilio que me miraba con cara de pocos amigos. Mira nadamás, ya se con qué o más bien con quién me voy a divertir aquí.

Puedo apostar que su sangre estaba hirviendo en el momento en que le mandé un beso. Estaba con los mismos chicos con los que estaba el viernes en la noche. Después de eso, me dispuse a buscar mi salón de clases ya que mi horario de clases me lo mandaron por correo un día antes.

Genial, ya estoy siendo el típico chico que está perdido el primer día de clases. Bien ahí Joaquin.

Después de diez minutos encuentro por fin mi salón. En este ya se encuentran varios chicos, casi todos fuera de su lugar platicando con lo que supongo son sus amigos.

Veo un lugar vacio un poco más atrás del medio y me parece un buen lugar. No lo dudo y voy a sentarme, mientras voy caminando, todos los idiotaa me miran. Me gusta ser el centro de atención pero no de esta manera. Ignorandolos llego a mi asiento.

Dejo a un lado mi mochila, a los pocos segundos una chica se sienta a un lado de mi dejandose caer como si estuviera en su casa.

- ¡Hola! - casi grita en mi oido.

- Te agradeceria que moderaras tu tono de voz.

- Uy, qué genio - rueda los ojos - soy Camila pero puedes decirme Cami ¿cómo te llamas?

- Joaquin

- Bueno Joaquin, veo que te caí un poco mal por la primera impresión

- Un poco si - levanto mis cejas.

- Entonces volvamos a empezar - amarra su cabello en un chongo mal hecho - Joaquin, soy Camila Esparza - me extiende su mano. Su sonrisa me provoca algo, no voy a negar que Camila es bonita y empezar a hacer amigos no es un mal comienzo asi que tomo su mano aceptando su saludo.

- Camila, soy Joaquin Bondoni

- Ya sabía, aquí todos saben quién es quién

- ¿Deveria preocuparme?