Capítulo I

389 81 69
                                    

-Logan

—No quiero saber nada más de ti Rose, lárgate ya.

—¿Por qué Logan? Solo quiero darte un beso y vino este chico y le besé amor, ¿Qué pasó?—Rose estaba borracha, acababa de besarse con un tío, no sé si consciente o inconscientemente  pero ya no la aguantaba más.

—Pero Logan amor...—Fue justo ahí cuando Rose vomitó entre nosotros dos.

—Que te vaya bien Rose—Diciendo esto salí por la puerta del bar.

Caminé por la cuidad, sin ningún propósito de hacer nada ni de ir a ningún sitio en concreto, solo necesitaba despejarme. Saqué mi cigarro y lo encendí. Me quedé embobado al momento en que levanté la mirada y me encontré con una chica que miraba por el balcón, me apoyé con una pierna en una pared y me quedé mirándola por un buen rato. Por si acaso se asustaba me cubrí la cabeza con la capucha para que no me viese los ojos. La chica no llego a verme pero me pareció curiosa su expresión, tenía una mezcla entre satisfacción y preocupación.

-Iria
3:45

No podía dormir, era tan extraña la sensación de calidez en mi cuerpo que me hacía sentir incomoda. Siempre había tenido que dormir con un ojo abierto por si me robaban o me agredían y el ambiente que se respiraba en esta habitación junto con la despreocupación de no estar alerta por si viene algún agresor se me hacía raro. Aquí la única que tendría que estar preocupada sería Mina porque si yo tuviese un hijo no dejaría entrar a cualquier persona a mi casa.

Me destapé con la manta porque me agobiaba el exceso de calor. Necesitaba salir al balcón y tomar un poco de aire, tenía que tener cuidado para no despertar a nadie de la casa al abrir la puerta de esta. Al abrirla y respirar el aire puro me sentí insatisfecha conmigo misma. Querría decir que me amaba a mi misma pero por dios, ¿cómo iba a amarme si vivia en la misma basura de la calle? La única persona que me había entendido y apoyado en mis problemas había sido Mina y desde que caí en la pobreza no ha querido saber nada de mí. Ojalá ser como ella, tener un marido cariñoso, unos hijos precioso aunque aún no los he visto si son hijos de Mina serán bellísimos y tener una casa que voy a saber que va a estar ahí aunque pase todo el día fuera.

"No quiero saber nada más de ti, te estás convirtiendo lentamente en tu madre y me has defraudado, yo te quería y me has traicionado por la espalda"

Palabras que me había dicho Mina antes de distanciarnos.

Me había acostado con su, en aquel momento novio, y ella pensaba que había sido por voluntad propia pero eso no fue así, el me drogó y apareció en el momento justo en el que estábamos en la cama.

No me dio tiempo a explicarle las cosas, llegó antes a su casa y empaquetó mis pertenencias y cuando llegué a su casa mis maletas ya estaban en el portal.

Me arrepentí muchísimo de lo que ocurrió, yo no la quería dañar, ni si quiera sabía que había pasado esa noche hasta que me encontré con ese chico en la cama en la madrugada. Llegué a su casa y me dijo estas palabras y supuse que había visto el panorama de la noche.

Sabía que si intentaba hablar más iba a ser peor y solo preferí alejarme de ella para no hacer más daño. Si sabía algo era que la gente está mejor lejos de mí.

El viento me soplaba en la cara y me echaba el pelo hacia atrás. Se sentía tan bien estar aquí que no quería moverme en un largo tiempo, hasta que vi a un hombre en medio de la calle que apoyaba su espalda en un muro del edificio de enfrente.

No sabía si me miraba a mí o si solo se había parado justo enfrente de mí para fumar en paz. Yo no era partidaria de fumar ni tampoco de beber pero parecía que era la única alternativa que me quedaba aún para olvidarme por momentos de la vida que llevaba.

El amor en la adversidadWhere stories live. Discover now