Reencarnación del supremo dios de la espada

CAPÍTULO 68:GRAN COSECHA

Temprano en la mañana, una capa de niebla aún bañaba el exterior. Nubes oscuras cubrían densamente el cielo, y había signos de que llovería pronto. Mmm... la calidad del aire aquí está empeorando cada día... Después de ganar suficiente dinero, definitivamente tengo que irme de este distrito pobre y mudarme a una casa mejor en la ciudad.

Después de sentarse, Shi Feng miró por la ventana. Luego, incorporó su cuerpo y se bajó de la cama. Realizó veinte series de movimientos de rutina de ejercicios antes de ir a su pequeño baño para lavarse. Tomó su teléfono de la mesa una vez que terminó de arreglarse. Comenzó por consultar el dinero restante en su cuenta bancaria. Comer constantemente fideos instantáneos era malo para su cuerpo. Además, los nutrientes que le proporcionaban definitivamente no eran suficientes para complementar su rutina de ejercicios.

Había obtenido la tarjeta de membresía y los cupones para Osa Mayor después de muchas dificultades, sin embargo, descubrió que todavía tenía que esperar cinco días antes de poder usarlos. Eso causó que estuviera un poco deprimido. Ahora, su única esperanza estaba en las ventas de la divisa del juego Dominio de Dios.

Anteriormente, Shi Feng había registrado 3 monedas de oro en el Centro de Comercio Virtual. Si hubiera alguien que las comprara, entonces los créditos se enviarían automáticamente a su cuenta bancaria. Sin embargo, el Centro de Comercio tenía un retraso de transacción de 3 horas.

Además, Shi Feng no había activado las notificaciones de su cuenta de comercio. Entonces, incluso si la transacción ya se hubiera realizado, no sabría cuánto se había transferido el dinero a su cuenta. Solo podía usar su viejo teléfono para verificar su cuenta bancaria.

En ese momento no tenía dinero para comprar el último reloj cuántico. De lo contrario, muchos problemas podrían resolverse fácilmente utilizándolo. Incluso los pagos con tarjeta de crédito se podían hacer con ese reloj. Además, todas las tiendas que vendían artículos aceptaban pagos utilizando el reloj, ya que era seguro y rápido.

En un breve instante, Shi Feng ingresó a su cuenta bancaria usando su teléfono, verificando la cantidad de dinero que le quedaba. Si hubiera suficientes créditos, comería bien. La última vez que recordaba haber comido carne fue cuando aún estaba en su tercer año de universidad. Ahora, estaba en su cuarto año y se graduaría pronto. Anteriormente, había usado todo el dinero de su cuenta bancaria para comprar fideos instantáneos. Su saldo actual no debía ser superior a 1 crédito.

Después de vender por una noche completa, debería haber algunas personas que hayan comprado parte de su moneda de juego. Era especialmente cierto para los grupos en la ciudad Río Blanco. Shi Feng no creía que esos grupos pudieran acumular fondos tan rápido por su cuenta. Incluso si fueran a firmar un contrato con los equipos que farmeaban dinero o si tuvieran sus propios equipos para farmear, era absolutamente imposible que compraran tanto equipamiento en un período tan breve. Al menos, deberían haber comprado alguna moneda del juego.