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Con una cara de "matenme" llego al instituto, donde mi mamá me obligó a estudiar porque tengo más oportunidad de ir a las mejores universidades de la capital. Ya mi mamá está planeando liberarse de mí... Desde los 7 años.

Al pasar cerca de los salones, estudiantes me sonríen y saludan, pero ninguno de ellos es Daiana. No reciben el mismo gesto de mi parte.

Me dirijo directamente hacia la biblioteca, donde la chica que quiero tanto pasa la mayoría del tiempo. Llego y me detengo en la puerta. Observo todo a mi alrededor y, la encuentro.

Está sentada en una de las grandes mesas de madera. sonreí al ver su hermoso rostro. Tan preciosa como siempre. Estaba distraída leyendo un libro de biología.

Iba vestida parecida a mi, lo único de diferencia era que ella llevaba una falda escolar y yo, pues, con mis pantalones eternamente puestos. Las dos con una coleta alta. Ella con un suéter parecido al mío, pero el de ella dice: "Seattle"

Al llegar, levanta su mirada indiferente y al darse cuenta de que era yo la cambia drásticamente. Con una gran sonrisa suelta un chillido de felicidad y me abraza por encima de la mesa.

—¡Holaaa.!— grita, como si no nos hubiéramos visto hace un siglo.

—Holaaa.— Trato de imitar su emoción natural, pero yo no soy esa clase de persona. Soy más de poner mala cara para todo, me es más fácil.

Daiana pone una mueca ante mi intento fallido de saludo feliz.

—Tanto tiempo.— exclama, juntando sus manos.

—Hace como 9 horas, creo.— corrijo, muy formalmente.

—En realidad, son 18 horas, más o menos.— corrije mi corrección, de una manera igual o más formal que yo.

Ella siempre ha sido la más inteligente. Ambas reímos y nos sentamos en las sillas de madera.

Me señala su libro con una pequeña sonrisa. Fruncido el ceño veo que tiene un pequeño papelito. La miro, confundida y divertida a partes iguales.

—Léelo.—sugiere en un murmullo.

Vuelvo mi mirada al papelito y veo que tiene algo escrito:

"Estudia para el examen pendeja".

Claro, el examen. Me desilusionó un poco, pensé que decía algo pervertido, o no sé que de "vamos a los baños?" O otra cosa. Pero no, estudia para el examen pendeja.

Ella nunca me va decir algo lindo, que lo piense de verdad y que no sea un cumplido de amiga sino de chica enamorada, pero eso no va a suceder."te quiero, pero más que amigas". O "te quiero para mí solita". O, talvez "en mi casa a las 10:00".

Nah, eso no se de Daiana.
Eso es más de Annie para Daiana.

—Oh.— fue lo único que alcance a decir.

Ella suelta una pequeña risa y continua leyendo el libro. Se escucha un fuerte ruido en la mesa y ambas damos un pequeño salto.

Christian.

El rubio estaba sentado al frente mío con una estúpida sonrisa la cual pretendía ser encantadora.

lovelyWhere stories live. Discover now