Prólogo

14 2 6
                                    

Estaba sentada en la cama de no-sé quién, en la habitación de no-sé quién.

Era pequeña pero acogedora. Estaba oscura y habían muchas cosas en las paredes; cuadros, pósters, pequeñas decoraciones, fotos. Miré a través de la ventana, estaba amaneciendo, las cortinas se sacudían con suavidad.

Escucho que alguien abre la puerta y me giro con una gran sonrisa, y lo veo. Christian. El entra a la habitación con una caja roja en las manos. Parecía de plástico.

Se sienta a mi lado y yo me cruzo de piernas. Su sonrisa no se borra en ningún momento, sus ojos no se separaban de los mios.

-Amor-saluda en un tono de voz coqueto.

Extiende la mano y me da la caja. la agarro dudosa, levanto la cabeza y lo miro confundida. Lo que hace que su sonrisa sea aún más grande. Miro de nuevo la caja y veo que en la tapa está dibujado una pistola. frunci más el ceño.

La abrí

Quedé impactada, era un arma de verdad. Sonreí como una niña pequeña en Navidad. Levanto la cabeza hacia Christian, el me vuelve a sonreír.

-¿Te gustó?.- me pregunta un poco dudoso.

-Si, claro.- le respondí sin saber exactamente qué decir.

-Que bueno.- suspiró y me señaló de nuevo el arma. -si quieres...- no encontraba las palabras, y yo, ya estaba revisando el arma.

Era un arma pequeña, ¿Que tan pequeña? No sé cuánto mide la verdad. Era completamente negra, tenía el gatillo cuadrado, y otros rasgos que no sabía cómo explicar.

Mustang XSP.

Decía, pero no tenía ni idea que significaba, supuse que la marca o algo parecido. Seguí inspeccionando el arma mientras Christian me observaba atentamente.

Y sin querer jalo del gatillo y la pistola dispara... Apuntado el pecho de Christian.

¡Bom!.


Me despierto de golpe. Me siento en mi lugar y pongo una mano en mi pecho. Mi corazón estaba acelerado y respiraba rápidamente, sudaba frío.

Pero, ¿Que había soñado?

Piensa. Primero, estaba en una habitación desconocida. Segundo, apareció el idiota de Christian. Tercero, me dio una pistola y lo maté...

Me quedé pensativa un para de segundos antes de reaccionar. Sonreí ampliamente y junté mis manos para luego soltar un chillido.

Eso no fue una pesadilla.

Agarré una de las esquinas de la sabanas y la lanzo a cualquier lado para que no me estorbara con mucha felicidad. Salté de la cama y me dirijo al baño. coloco la canción lovely de Billie Eilish, la favorita de Daiana. Me ducho rápidamente para no llegar tarde a clases, otra vez.

Me quedo de pié al frente de el armario abierto. con el ceño fruncido examino todo su contenido con la mirada. Después de todo, agarré cualquier prenda y lo reviso; un vestido.

Sin evitarlo pongo mala cara. desde cuándo tengo ropa del Satanás en MI armario... Ah, si, desde que a mí mamita querida se le ocurrió la increíble idea de comprarlo para alguna ocasión especial.

De vuelvo el vestido a su lugar y agarro unos jeans, una camiseta blanca de botones y una sudadera verde con gris que dice: New York.

Voy muy feliz hacia la puerta. Me detengo justo después de salir y me devuelvo por la mochila. Es demasiado temprano para que mis hermanitos estén despiertos a esta hora, pero no lo es para mí mamá.

Camino más rápido para evitar alguna charla con ella. voy llegando. Ya casi llego...

-¡Annie!.- Grita ella.

Pero hago como si no hubiera escuchado nada y sigo mi camino. abrí la puerta y...

-¡Annie!, ¡¿Que es esa ropa que tienes puesta?!.

Tarde, ya me había ido. Doy un pequeño saltito e inhale exageradamente.

Y empiezo mi rumbo hacia el instituto.

-

lovelyWhere stories live. Discover now