Tenía ya la decisión clara, quiero pasar el resto de mi vida con Kylie. Y estoy segura que así será por eso estoy dando este gran paso.
Estaba en una tienda de joyeria, buscando el anillo perfecto.
-deja de sudar- me dio un leve golpe Ariel.
-estoy nerviosa!- dije.
-bueno señorita, estos son los anillos más exclusivos.- dijo la que atendía y me sacó una fila, sin mentir todos estaban lindos.
Pero había uno que era perfecto y en su mano estoy segura de que se vería aún más.
-mierda, me llevo ese. Ese es el perfecto para mi mujer- dije feliz de encontrarlo tan rápido.
Ariel me abrazo emocionada y soltando unas pequeñas lágrimas.
- ¿cuál es precio perdón?- preguntó Ariel.
-750 mil dólares- dijo la chica y se fue a traer la caja.
Ariel me miro con los ojos muy abiertos.
-wtf cuesta más de medio millón, creo que es mucho. Hay otros igual de bonitos- dijo ella.
-babyariel, esta bien. Es el anillo para el amor de mi vida vale la pena- dije y ella asintió.
.
Ya estábamos alistandonos para la cena familiar de año nuevo. Hoy la fiesta se haría como es tradición en la mansión de las KJ. Irán nuestros amigos más cercanos, mi familia y obvio las KJ.
¿Yo? Más nerviosa que nunca. Pero también más feliz y segura que nunca igual.
-¿estas bien? Te ves un poco pálida- dijo Ariel empezando a maquillarse. Ella era la única que sabía de esto.
-estoy bien Ari, solo nerviosa ya sabes. Me alistare y nos vamos ¿okey? Ya casi serán las 11- dije entrando a la ducha.
Después de una media hora, ya estaba lista.
Tu: (enamorada si estoy)
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-¿me veo bien?- pregunte a Ariel.
-eres una Hilton, estas perfecta bebé- dijo dándome un beso en la mejilla.
Fuimos hacia la casa de mi suegra, mi guardaespaldas nos llevó.
-ya casi serán las 12- Dijo Ariel.
-joder estoy segura que nos regañaran- dije bajando.
Entramos y sí, ya todos estaban ahí. La primera en recibirme fue mi hermosa novia, futura esposa, joder que bien suena eso. Sonríe como estúpida pensando en eso.
-¿de que sonríes mi amor?- preguntó Ky dándome un beso.
-te ves muy muy pero muy preciosa Ky, eres una diosa- dije dándole un beso en la mejilla haciendo que se sonroje, estos pequeños gestos son los que más amo de ella.
