□Historia ambientada en el tiempo de los dioses griegos□
Debajo de la tierra, vivía un semidíos; de hombre era su cuerpo y de topo su tez. Rapto a un doncel llamado Stiles, que a su túnel llevó y aunque el chico no era un dios, de él se enamoró.
E...
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—¿Por qué tan alterados por nuestra llegada? ¿Eh? —preguntó una voz juguetona, con tono divertido.
Rápidamente voltearon hacia el lugar del que provenía la voz y, detrás de una de las columnas de mármol; había una musculosa figura, el desconocido se acercó a la luz, y parecía ser un chico de unos dieciocho años.
Pero los reyes sabían que el muchacho tenía muchísimos años más, cientos más.
—Kol... —susurró la reina, estupefacta.
—¿Todavía me recuerdas, preciosa? —bromeó con una sonrisa arrogante.
—Son bastantes descorteses al no responder la pregunta de mi hermano. —agregó una voz mucho más firme y seria. Proveniente de un hombre más adulto, que se veía exorbitante y elegante.
—Así son los humanos. —comentó con molestia una joven rubia, de gran belleza, la cual había aparecido allí de la nada.
Ella al igual que el recatado hombre elegante; estaban posicionados junto al sirviente del rey, quien inútilmente intentaba que su miedo no sea demasiado notorio.
Por otro lado, Kol seguía de pie, parado junto a la columna, mirando todo con una sonrisa maliciosa, la cual fastidiaba al príncipe Jackson, que de por sí carecía de paciencia.
—Dejen ya de molestar a sus majestades, vinimos aquí para ayudarlos, no para atormentarlos. —ordenó una cuarta voz, tan cargada de seguridad y diversión, que Jackson casi no pudo evitar fruncir el ceño.
Se trataba de un hombre de unos veintitantos años, muy atractivo. Su estructura era buena pero sus rasgos delicados. Estaba ubicado detrás de los tronos. Su expresión podía cambiar rápidamente, sin ningún problema; de tener una sonrisa falsa con mirada pícara, en segundos se volvía totalmente serio, viéndose amargado, con unos ojos fríos como el hielo.
La rubia era la que se veía más joven de los cuatro individuos, debía tener dieciséis o diecisiete años, lo cual era estremecedor, porque en realidad tenía más de mil.
Jackson se tomó unos segundos para inspeccionar con su mirada a cada uno. Cuatro, solo cuatro. Le pareció estúpido que tanta gente temiera al 'Clan Original' puesto que era muy pequeño en integrantes. Aunque fueran sobrenaturales, no podrían contra todo un ejército, mucho menos sí los atacaban por separado.
—¿Dónde estan los otros? —indagó el rey, mirando sutilmente hacia los rincones en la sala del trono.
—Brujas oscuras están atacando un pueblo al otro lado del océano, así que Henrik, Freya y Finn han ido hacia allí. —explicó Kol, sin despegar su mirada de la reina, quien se veía algo incómoda.
—Estábamos partiendo junto a ellos, hasta que nos llegó el rumor de que necesitaban nuestra ayuda, por un tal... ¿Minotopo? —agregó el original parado detrás del trono, poseedor de un cabello casi pelirrojo.
