Capitulo 8.

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Capitulo 8.

•18 de Junio•

Me senté en el asiento del desayunador, y moví mi hotcake en el plato, sin muchos ánimos de cortar en pedazos el hotcake y comerlo.

Sinu: ¿Qué te pasa?.

-No es nada.

Sinu: ¿Qué pasó con tu amiga?.

Guardé silencio, y corté lentamente mi hotcake, comiéndolo segundos después.

Sinu: De acuerdo... -suspiró.- ¿Cuando termines puedes ir a comprar tomates para almorzar?.

Asentí, y continué comiendo por solo unos minutos, ya que no tenía mucha hambre.

Me levanté de la silla, revolviendo los cabellos de mi hermana y cogí las llaves de casa, y salí de esta.
Caminando a la tienda.

Era un mal día, el sol no se veía por ninguna parte, porque las nubes grises lo cubría por completo.
Esto era extraño teniendo en cuenta que estaba en Miami.

Dejé de pensar en el clima y entré a la tienda, no sin antes mirar al parque y encontrar a la ojiverde en la banca de siempre, abrazando sus piernas y escondiendo su cabeza entre ellas.

La ignoré y compré los tomates.
Caminé de vuelta a mi casa, volteando hacia el parque solo cuando iba a doblar la esquina, para pasar desapercibida, pero no funcionó. Ella ya me estaba mirando.

Mis pies se detuvieron y me maldije internamente al caer ante sus ojos.
Lloraba, y eso me rompió todas las barreras que había creado para no pensar en ella ni considerar la idea de volver a hablarle.

Me obligué a voltear y caminar nuevamente, esta vez más rápido.

Mi respiración estaba muy acelerada y de mi corazón ni hablar.

Miré hacia tras antes de entrar a casa, teniendo la estúpida esperanza de que Lauren me siguiera.

Pero que cobarde me sentía justo ahora, quizás ella tenía alguna explicación para lo que pasó...

Me golpeé mentalmente y entré a casa, yendo a la cocina y dejando los tomates sobre la mesa.

-¡Ya vuelvo!.

Dije y volví a salir de casa. Corrí hacia el parque.

Ay por Dios, parecía tan desesperada, y de verdad lo estaba, pero no quería demostrarlo.

La extrañaba más de lo que debía y era raro, porque no la conozco del todo.

Me detuve de golpe cuando llegué al parque, porque me di cuenta de que mi Lauren no est... Lauren no estaba en la banca.

Fruncí el ceño al no verla por ninguna parte, confundida caminé hacia la banca y me senté allí. Buscando a Lauren con la mirada.

La encontré segundos después, en la calle del frente. En medio de esta. Me asusté cuando vi que los autos pasaban por su lado, que parecía como si siquiera la vieran.

Corrí hacia ella, y no sé de dónde me salieron las agallas para cruzar la calle y empujarla hacia el otro lado mientras un auto se acercaba a nosotras.

-¡¿Estás loca?!.

Le grité, volviendo a empujarla, pero no con tanta fuerza.
Estaba enojada con ella otra vez, ¿Acaso quería suicidarse?.

Ella solo guardó silencio y miró hacia abajo.

No sé por qué, pero levanté su rostro con ambas manos y la besé.
Ella no se negó, de hecho, todo lo contrario. Me correspondió con suma ternura.

Una de sus frías manos me acarició los cabellos de la nuca, acercándome más a sus labios para profundizar el beso.
Su lengua casi me congeló hasta el alma.

Solo rozamos nuestras lenguas un par de segundos, ya que el aire me hizo demasiada falta.

Me alejé de ella y la miré a los ojos, ahora estos brillaban intensamente. Eran tan hermosos.

-¿Podemos hablar ahora?.

Lauren volvió a besarme y asintió. Tomando mi mano delicadamente y caminamos hacia la banca con lentitud mientras que sus dedos acariciaban mis nudillos. Como si cada movimiento lo pensara por horas para que fuera perfecto.

Nos sentamos, ella me abrazó de costado y yo apoyé mi cabeza en su pecho. Me pareció extraño no escuchar sus latidos, pero lo dejé pasar. Quizás mi mente no estaba muy pendiente de sus latidos y no lograba prestarle la suficiente atención.

-¿Qué fue lo que pasó?.

Ella suspiró y me acarició mi brazo de arriba a abajo.

Lauren: Tenía un mal presentimiento. -dijo no muy segura de sus palabras.- Y solo te seguí. Te enojaste conmigo y me fui del lugar a un parque lejos de allí... unos quince minutos más tarde vi a tus amigas caminar por el parque y se acercaron los tipos, robándoles sus cosas.

Me quedé en silencio sin saber si creerle o no.
Quién podía asegurarme que no estaba mintiéndome.. la historia parecía bastante falsa.

¿Cómo acertó en su "presentimiento"?, ¿Y precisamente ella estaba en el lugar donde les robaron a mis amigas?.
Claro.

Lauren: Créeme..

-De acuerdo.

Lauren: Gracias, Camz..

-Ahora contéstame el por qué estabas en medio de la calle, ¿Eres tonta?.

Lauren: La sensación era increíble.

-Uy, pero que extraña eres.

Ella rió con su típico eco siguiéndola.
Besó mi cabeza y susurró unas palabras, las cuales no pide entender en lo absoluto ya que parecían en otro idioma.

-¿Qué acabas de decirme?.

Lauren: Que te había extrañado mucho, Camz.

-Aw.. -toqué sus mejillas con mis dedos índice.- pero que tierna eres, ¿De dónde has salido?.

Ella hizo un mohín, del cual no pude resistirme de besar y succionar.
Me alejé y vi la hora en mi celular, ya debía irme porque mi madre iba a servir la cena.

Lauren: ¿Ya te vas?.

-Si.. -dije alejándome un poco de ella.- ¿Quieres ir a almorzar a mi casa?.

Ella cambió rápidamente su expresión, a una asustada y preocupada.

Lauren: Me encantaría, pero mi agenda está llena.

Ambas reímos ante su comentario.

-¿También estaba llena cuando estabas abrazándome hace unos minutos?.

Lauren: Tal vez... -sonrió.- pero hice un pequeño espacio para ti, y ahora está más que llena y apretada.

-De acuerdo..

Le sonreí con algo de tristeza y la volví a besar, en esta oportunidad por más tiempo para sentirla mejor contra mis labios.

-¿Te veo mañana?.

Me levanté de la banca y comencé a caminar de espaldas, esperando que me respondiera.

Lauren: Por supuesto.

Le sonreí por última vez y volví corriendo a mi casa con una felicidad pegada al rostro.
Esa chica iba a ser mi perdición

Minutes with you. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora