Capitulo 14.

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Capitulo 14.

•30 de Junio•

Ordené lo mejor posible mi ropa en la maleta y la cerré, obviamente sentándome sobre ella por culpa del exceso de ropa que tenía.
Mi madre entró a mi habitación, dando tres golpes en la puerta antes de hacerlo.

Sinu: ¿Estás lista?. -me sonrió con melancolía.- Es hora de ir al aeropuerto.

Asentí y bajé la maleta de mi cama, pesaba mucho por toda la ropa que había comprado ayer con Sofia.
Miré mi cuerpo con tristeza, adoraba esta habitación y sería la segunda vez que debía abandonarla.
Mi madre cogió mi maleta y la sacó de mi habitación. Yo la seguí a la primera planta y fui a la cocina para beber un vaso de agua.

Sofia llegó a mi lado y me abrazó por la cintura. Reí cuando lo hizo, porque no me soltaba y yo a penas podía moverme.
La abracé por el cuello y caminé con ella hacia fuera de la casa, para subirnos al auto, lo que se nos dificultó bastante al estar abrazadas de esta forma.

Me acomodé en el asiento con Sofia sobre mi regazo aún sin soltarme y miré por la ventana. Habían unas cuantas nubes blancas por todo el cielo lo que hacía el día más bonito.

Apoyé mi cabeza contra la ventana justo cuando pasamos por el parque. No había nadie caminando por ahí, estaba totalmente vacía. Y ella tampoco estaba sentada en su banca, no había nadie.
Me hubiera gustado verla por última vez, quizás suene tonto, después no no haber querido siquiera despedirme, pero una última imagen de ella no hubiera estado para nada mal.
Volvería a Londres con tantas preguntas en mi cabeza, dudas que posiblemente nadie sería capaz de responderme. Estaba frustrada al no tener ni una sola respuesta, y sobre todo estaba confundida con todo lo relacionado con Lauren. No sabía nada, no entendía nada, y estaba asustada al no tener siquiera alguna idea del por qué de lo ocurrido.

25 minutos después habíamos llegado al fin al aeropuerto.
El ruido de los aviones despegar se escuchaban a cada instante, revolviendo un poco mi estómago.
Mi padre aparcó el auto y todos nos bajamos. Cuando tuve que sacar mi maleta del auto Sofia se apegó más a mi, inmovilizándome.

Alejandro: Sofia, cariño. -la tomó de la cintura, para que me soltara de una vez.- Suelta a tu hermana.

Reí al escuchar su gruñido cuando me soltó y se cruzó de brazos.
Tomé mi maleta y entramos al aeropuerto. Las personas iban de un lado a otro, algunos con enormes sonrisas plasmadas en sus rostros, y otros, con el ceño fruncido y expresiones cansadas.

Me volteé hacia mi familia y les sonreí. Mi madre estaba a punto de llorar, lo que me obligó a abrazarla de inmediato para que no llorara y llamara la atención de todo el aeropuerto.
Luego de mi madre abracé a mi hermana, quien sollozó un par de veces.

Sofia: Te odio.

-Eso no es lo que se dice normalmente en un aeropuerto, Sofi.

Besé su cabeza y la corté el abrazo, para finalmente abrazar a mi padre. Fue corto, pero muy acogedor.

"Se les ruega que a los pasajeros del
vuelo 125 con destino a Londres comiencen a abordar."

Sinu: Ya es hora, cariño.

-Sí. -les sonreí.- Adiós.

Besé la mejilla de todos y ellos se fueron. Caminé al mesón para dejar mi maleta, pero la voz de la persona que justamente no quería recordar ahora, me detuvo.

Lauren: Camila...

Su voz se escuchaba tan alejada, como si estuviera a metros.
No quería mirarla, porque me iba a perder en sus ojos y justamente ahora no quería eso.
El frío de su cuerpo me hizo temblar, este era mucho más intenso que antes.

Lauren: Camila..

Volteé y la vi. Noté que sujetaba mi mano, pero no la sentía para nada, como si no estuviera ahí.
La miré fijamente. Estaba más pálida, y sus ojos.. sus ojos no mostraban nada, no había siquiera un poco de luz en ellos.
Observé nuevamente su mano que sujetaba la mía. Si no la estuviera viendo no sabría que la sujetaba, porque de verdad que no sentía absolutamente nada.

-¿Qué.. qué haces aquí?.

Busqué con la mirada algún rastro de herida por sobre su oreja, pero no había nada.

Lauren: No te vayas.. no ahora.

-¿Hablas en serio?. -pregunté algo irritada.- ¡Debo irme!.

"Favor de abordar a los pasajeros del vuelo 125 con destino a Londres, último llamado."

Lauren: Por favor.. no te vayas, Camz.

-Estás mal, Lauren.

Negué con mi cabeza y me solté de su agarre.
Pude ver el pánico y el miedo en su expresión, pero no le tomé importancia y solo caminé hacia el mesón para entregar mi maleta. Ya iba bastante tarde.

Lauren: ¡Camila, por favor!. -dijo rogándome.- ¡No hoy! ¡Por favor!.

No lo entendía.
¿Por qué no quería que me fuera?, ¿Cómo sabía que viajaba hoy?.
Volteé nuevamente, encontrándome con su rostro a solo unos centímetros de mi rostro.
Sin haberlo esperado me besó, pero lo peor de la situación fue que no sentí nada.
No me refiero de manera emocional, porque de solo mirarla mi corazón saltaba como loco, me refiero a físicamente. No sentí nada, siquiera un leve roce, no pude sentir sus labios contra los míos y quise llorar porque quería con toda mis fuerzas sentirla mía solo por unos segundos.

Lauren: No te vayas..

Me alejé lentamente de ella y vi el brillo de sus ojos, pero el brillo era porque estaba a punto de llorar.

-¿Por qué no pude sentirte?.

Lauren: No te vayas..

Insistió, y supe que no iba a responder mi pregunta.
Me volteé y continué caminando hacia el mesón.
Le entregué mi billete a la señora que estaba atendiendo, para que verificara mi vuelo.

xx: Lo siento, señorita. -me devolvió el billete.- Su vuelo ya está por despegar y no le puedo permitir el ingreso al ser muy tarde.

-¿Qué?.

xx: Ha perdido su vuelo, señorita Cabello. -dijo con sencillez sin darse cuenta que yo quería matar a alguien en ese momento.- Puedo hacerle un espacio en el siguiente vuelo.

-¿Y.. y para cuando sería ese vuelo?.

xx: En dos días más.

Cubrí mi rostro con ambas manos, intentando que el enojo se fuera de mi cuerpo, pero era imposible.
Volteé con brusquedad buscando a Lauren por todos lados, pero como lo supuse, ella ya no estaba.

xx: ¿Señorita?.

-De acuerdo. -suspiré - En dos días más.

La señora asintió y me entregó un nuevo billete, sonriéndome ligeramente.

Otra vez Lauren lo había logrado.

Minutes with you. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora