40. En El Campo

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Shadow Valley v Maynard   13:34 Tercer Cuarto

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Shadow Valley v Maynard   
13:34 Tercer Cuarto.   
7-30

Al salir al campo teníamos una tambaleante estrategia  centrada en aprovechar el agotamiento de la línea defensiva, fuimos con todo contra ellos como si no tuviéramos ningún dolor propio y dando un montón de charla basura. Cualquier cosa para anotar.

Cualquier cosa.

Por lo que cuando solté una particular blasfemia que haría a un marinero llorar de orgullo contra la línea defensiva  me merecía el golpe que me llevó al suelo. 

— Eh, ahora no eres tan rudo, hijo de puta — el 66 de Maynard, una enorme molestia de doscientas y pico libras con parecido a un petirro rojo se inclinó sobre mí mientras aún estaba tendido — ¿Te cortaron las pelotas, pedazo de mierda?

Luego se levantó escupiendo mi rostro. Gruñí, pero a pesar de que el idiota no era muy creativo en sus insultos tenía razón. Ya no era tan rudo como cuando jugaba de linebacker y me llenaba de envidia porque ellos si pudieran hacerlo, al otro lado de la línea podía soltar toda mi mierda porque mi único objetivo era derribar a ofensiva.

Ahora, como quarterback, tenía que preocuparme de cada maldito ángulo. No solo era bajar los hombros y embestir, tenía que atrapar, levantar, girar, maniobrar y lanzar cada pase y todo esto sin dejar que me aplastaran los defensivos. Porque antes no importaba una lesión en las costillas, estaba malditamente protegido para eso, con mi nuevo uniforme apenas podía tener un cascarón demasiado blando y flexible que no obstruyera el movimiento y no fuera demasiado pesado.

Cómo si anduviera como única protección una tonta falda de chica en medio del acocalipsis nuclear.

Me levanté con la ayuda de Hunt, no es como si estuviera particularmente golpeado pero esas tres capturas estaba haciendo mella en mí.

Respirando con dificultad me quedé parado en el medio de la caja de protección con las manos en las caderas, estábamos en el tercer tiempo en medio de su yarda 47 con ocho por recorrer para el primero y diez. Veintiocho puntos abajo en el marcador y malditamente no podíamos avanzar.

Uno de las pocas enseñanzas que me dió mi padre fue que nunca subestimes al enemigo, y no estoy subestimando a la defensiva de Maynard pero jodidamente no son tan buenos. Apenas se adaptan a la formación estándar, y apesar de enormes agujeros que habían en nuestra línea habían logrado detener a sus guardias pero aún así cuando inicio la jugada y levanto la cabeza mis receptores están cubiertos, entonces ya estoy en el suelo con el petirro encima.

Algo estaba pasando que no estaba viendo.

Giré la mirada hacia la banca donde Achebe estaba rígido en una silla con esa feroz mirada diciéndome que él también lo había visto pero no lograba desmembrar lo que ocurría, Marshall estaba parloteando sin que nadie le prestara especial atención. Me acerqué al grupo reunido de mis compañeros con idénticas expresiones frustradas.

El Quarterback Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora