Capítulo 36: Trabajo en equipo

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Escenas anteriores a este capítulo:

Robin es capturado cuando intenta salvar el dinero del orfanato.

En la actualidad:

El viento frío la golpeó antes de salir y en cuanto cruzó la puerta un leve dolor en sus brazos, justo debajo de sus hombros se hizo presente como una leve punzada a lo largo de su hueso, aunque no lo suficientemente fuerte como para quejarse o prestarle atención.

Suspiró con pesadez y cerró la puerta tras de sí. Se cubrió los brazos con las manos que aún estaban calientes y se alejó de su cuarto.

Apenas pasaba de la media tarde pero las nieves grises oscurecían el ambiente pareciendo más tarde.

Se inclinó sobre el balcón, mirando hacia el interior del castillo. Las personas se veían pequeñas a la distancia, entretenidas en sus propias cosas y asuntos. Parecían tenerlo todo predispuesto, como si no hubiera un solo detalle que escapara de ellos.

¿Por qué fue tan cobarde? La repentina pregunta le causó escalofríos y la hizo reincorporarse. Sus brazos cayeron solos con su propio peso y el aire se le escapó de los pulmones.

Se refugió tras Scarlett enviando el dinero destinado al orfanato. No dió la cara. No sé atrevió a verlo porque en la pelea del día anterior terminaron hablando de lo que sucedió en el baile de la aldea

Marian: ¿Por qué fui tan idiota? - se golpeó la frente con la palma abierta.

No llegó a saber que fue lo que pensó Tuck cuando los vio salir del callejón completamente rojos y sonriendo nerviosamente.

A Robin simplemente le encantaba que ella se comiera las uñas por los nervios.

Marian: Al paso que vamos debería salir con el Pequeño Juan para evitar sospechas.

Con la mano en la cabeza y el rostro cargado de desesperación golpeó su espalda contra el muro del balcón, fue bajando parte por parte hasta llegar al suelo. Tiró su cabeza hacia atrás y la golpeó suavemente tres veces seguidas mientras se quejaba.

Marian: Estúpido callejón.

Cerró sus ojos y su mente comenzó a tomar un rumbo poco convencional.

Frenéticamente casi se transporta a aquel día. Su imaginación la condujo a un nuevo escenario.

Ambos se besaban como aquel día, acariciando sus cuerpos de arriba a abajo. La tela se arrugaba contra las manos que se abrían, cerraban y estiraban y era evidente que estorbaba.

Se separaban entre quejidos y volvían a unirse con agresividad. Su mano derecha le sujetaba el hombro mientras que la otra descansaba en su cintura.

La llevó con suavidad y sin separarse hasta la mesa del comedor que estaba cerca.

Lo mantuvo entre sus piernas mientas el beso se profundizaba. Las manos de Robin se posicionaron en sus muslos y fueron subiendo.

Algunas gotas de agua golpearon su cara y se escurrieron atravesando su piel, volvió a la realidad.

Marian: No quiero que esto termine, me gustaría que fuera para siempre. Antes, cada mañana sentía que te quería mucho más que el día anterior. Ahora despierto sintiendo que te odio.

Las gotas continuaron cayendo graduando su velocidad. Eran gruesas y frías y casi dolían con su contacto inmediato.

Marian: ¿Son mis lágrimas? - pasó una mano por debajo de sus ojos, miró sus guantes mojados - ¿O es la lluvia? - comenzó a llover mucho más fuerte, las nubes se cerraron en el cielo - Parece que la lluvia se ha mezclado con mis lágrimas.

566 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora