Miranda Espinoza, una chica fuerte pero algo temerosa a la hora de intentar cosas nuevas, trata de escribir un libro de romance como una manera de distracción para poder escapar de los problemas cotidianos que lleva en casa.
Mateo Vidal, un chico q...
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Mateo.
—Hubiera preferido mil veces ir contigo a la fiesta de Sandy que estar ordenando estos viejos papeles— se queja Ashley, sujetando con desagrado uno de esos papeles llenos de polvo.
Su padre le había pedido que ordenara su sala de estudio y acomodara los papeles esparcidos en la habitación por orden alfabético. Debe haber cosas importantes ahí para que no deje que ni la servidumbre entre a la habitación a limpiar.
Nos encontramos en videollamada desde hace media hora. Ashley me llamo principalmente con la intención de que fuera a ayudarla, olvidándose que tenía un compromiso obligado esta noche. De solo pensar lo aburrido que estaré, preferiría mil veces ordenar papeles como ella.
—Piensa en la confianza que te tiene por mandarte esas tareas, ¿no dices que no deja entrar ni a tu mamá?— me arreglo la camisa, viéndome en el espejo gigante de mi recámara.
—Lo sé, pero son demasiados pape— Ashely termina la oración estornudando. Río.
—Échate mentol en la nariz para que no entre tierra— aconsejo. La señora Jiménez acostumbraba hacerlo conmigo cuando era pequeño.
—¿Preocupado?— pregunta de manera egocéntrica. Mirándome fijamente desde la pantalla de su celular.
Esbozo una sonrisa —Claro, me quedaría sin sexo hasta que te recuperaras— finjo una expresión de tristeza, mientras ella golpea el celular como si de mi se tratara.
—Idiota— espeta en tono brusco, tirando el cel sobre el escritorio. Solo podía ver el techo blanco de la habitación y la luz proveniente del foco por la posición en la que se encontraba el celular.
—Te dejo para que termines, debes estar ocupada y tiendo a ser una distracción— comento, mientras termino por fin de vestirme. Necesito marcarle a Andrew y coordinar.
—Una linda distracción— contesta en su lugar —de acuerdo, me consigues números de chicos ah— habla en tono más dulce. Asiento y cuelgo.
Siendo sincero, me empezaba a aburrir nuestra conversación. Le marco a Andrew de inmediato para saber si se encuentra listo. La hora nos está jugando en contra y no podía tomarme el lujo de ir a recogerlo, tendrá que ir por sus propios medios.
Cuando empieza a sonar el timbre de llamada, me cuelga rápidamente. Alzó una ceja confundido, siendo esta la primera vez que me cuelga una llamada. Como si leyera mis pensamientos, me llega una notificación con un audio suyo de WhatsApp.
¿Está grabando? 1.. 2... probando, probando. Bueno no importa. Mateo no tengo mucho tiempo, están por quitarme el celular y lamento decir que no podré asistir a la fiesta. En cambio, mi hermana y su mejor amiga podrán ir y hacerte compañía. Las cuidas de mi parte por favor, son algo descuidadas. Si mi mamá esta de buen humor y me devuelve el celular mañana te lo explicaré todo, perdóname y te quieroooo
