Capitulo 19

449 80 64
                                    

DEREK

—¡Va a llover! — repito con enojo, una y otra vez mientras Aidan me mira con aburrimiento

—Ya te dije que no sé de qué hablas

—Calla a esos hijos de puta — espeto, oyendo cantar en el karaoke a un grupo de idiotas ebrios

—Esos hijos de puta están pagando por los tragos, tú no — apunta a mi vaso vacío haciéndome rodar los ojos.

—Soy tu puta familia — objeto tocando mi pecho

—Nuestro parentesco no me dará ganancias — objeta, pero aun así me sirve otro trago — ¿Me dirás de quien, o que hablas?

Después de dejar a Bianca en la acera me di cuenta de que la había cagado en grande, no deje de golpear mi cabeza contra el volante hasta que llegue al club con Aidan donde estoy a dos tragos de perder la razón.

Me corroe la vergüenza de tan solo recordarlo.

—Bianca

Su nombre sale en un suspiro y me quedo mirando a la nada.

—Claro, porque obviamente sé quién es Bianca — está apoyado en la barra mirándome sin interés, siento que estoy hablando con la idiota de mi mejor amiga al ver su expresión.

—Bianca es... — hago una pausa y él se acomoda al notar que ya le explicare — Es Bianca — vuelvo a suspirar haciendo que el suelte un sonido de frustración.

—Probablemente ya estés ebrio — me quita el vaso donde sirvió mi Vodka y le doy un manotazo haciendo que aleje la mano rápidamente.

Me reprende con la mirada como si tratara con un niño y le regreso la mirada como si fuera un niño malcriado, al diablo los dos tragos, he perdido la razón ya. En este momento es cuando se nota la diferencia de edad por la autoridad que desprende mientras yo parezco un crío al que le quitaron su juguete.

—No me lo quites — suplico sosteniendo el vaso como si mi vida dependiera de ello — No me quites lo único que me queda, no me arrebates lo único que le da sentido a mi miserable existencia

—Je ne peux pas continuer avec ça — murmura en su idioma natal y se va subiendo las escaleras de caracol.

—¿¡Eso que significa idiota!? — le grito, pero me ignora y escucho como azota una puerta.

Volteo a ver a los idiotas que cantan y reconozco a dos entre ese grupo.

Nate y Josh.

La mirada de Nate se cruza con la mía y se acerca a mi lugar con su sonrisa de idiota que grita "Nadie puede tocarme" se sienta a un lado mío pero lo ignoro tomando un sorbo de mi trago.

—¿Cómo has estado amigo? — palmea mi hombro

—Pues he estado — contesto dejándolo confundido, últimamente se me da bien eso.

—¿Sabes a quien me encontré hace un rato? — al ver que no tengo intención de contestarle lo hace el solo —A Cassia — sonríe con descaro — No sabes cómo me recibió apenas me vio, se me lanzó encima

Me trago la carcajada que está en mi garganta, como si pudiera creer que Cassia hizo algo así.

—No pude controlar mis manos, menos con ese vestido que llevaba cobraron vida — sigue parloteando — Extrañaba su culo, hace semanas no la veo. Realmente extraño tenerla en mi cama.

Empieza a contar las cosas que le ha hecho o quisiera hacerle, no lo sé, estoy demasiado ebrio como para defender el honor de mi amiga. Creo que si abro la boca vomitare.

GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora