Luminoso

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Perspectiva de Moon Byul:

La noche tuvo una sensación extraña, de esas veces que tienes un sueño tan ligero que parece que estás consciente mientras duermes, esperando a lo más mínimo para levantarte, aún cuando sabes, que no es hora de levantarse, pues la alarma aún no ha sonado.
Odio las noches así, no descansas en lo absoluto, ¡No importa cuántas horas "duermas", sencillamente no te repones del día anterior!

Después de algunas horas más, la alarma me "despertó", en realidad siempre te despierta primero la vibración del teléfono antes que el sonido.

Malhumorada por la falta de sueño, estiro mi brazo hasta mi estante, donde está el teléfono y apago la alarma.

Quisiera quedarme aquí, quizá ni siquiera intentar dormir, sino permanecer acostada, ¿en qué pensaba cuando acepté la cita de hoy?
Ahg, sentido de responsabilidad.

Sin ganas, me levanto de mi cama, abro los ojos para sentir el espectro luminoso sobre mis sensibles retinas. No hay luz de día aún y es suficiente para lastimarme la vista.
Repito la acción de cada mañana, busco mis lentes obscuros y me los pongo antes de empezar mi día.

Pongo mis manos sobre mis rodillas, apoyándome sobre ellas, permanezco sentada en la orilla de la cama.

Tenderé primero la cama y después me cambiaré.

Las cobijas siguen tibias, tengo tantas ganas de volver a costarme, pero si lo hago, fácilmente me quedaré dormida y no. No puedo hacer eso.

Con mucha fuerza de voluntad, tiendo la cama, una vez lista, me quito la pijama y me pongo los jeans del cajón.
Hoy no quiero usar blusa, usaré un camisa.
Desconozco cuál es la que estoy palpando, sólo estoy segura que es de algún color neutro, más desconozco si tiene alguna textura.
Al ponermela, nuevamente me siento en la orilla de la cama, no quiero usar zapatos, ni siquiera saldré, y solo tengo una cita, usaré sandalias.

Por fin bajo a mi cocina, quiero un té, tengo muchas ganas de un té, y aunque puedo poner el agua y prepararlo, tengo miedo de tirar el agua o peor aún, quemarme.
No puedo arriesgarme a ello.
Tomo un pequeño cartón de leche de fresa, creo que tomaré esto y algo de arroz, solo para aguantar la cita, cuando se vaya, comeré en forma.

La inquietud que me dominó durante toda la noche no se ha ido, siento demasiada ansiedad, ¿quién es ella?
¡¿Por qué importa tanto?!

Interrumpo mi desayuno y camino hasta mi tocadiscos «wow, verdaderamente está casa parece de alguien muy longevo por mis artefactos». La música clásica me ayudaría, además, me gusta mucho.
Pongo un disco de Vivaldi.
Ya envuelta en la música, regreso a mi desayuno, aunque no del todo, me sentí más en calma.

Estoy lavando mi cuenco hasta que alguien toca la puerta con particular ritmo.
«¿Por qué no tocó el timbre?»
Tomo la toalla de manos y me seco, camino hasta la puerta y abro:

— ¿Byul?

Oh, eres tú.

— ¿Yongsun?
— Hola. Disculpa, ¿sabes si pueden antenderme? Mi jefa me recomendó venir aquí para curar mi mano.
— Yo te antenderé.
— ¿¡Qué!?
— ¿Sorprendida de que siendo ciega me dedique a esto?
— No, no.

Deja un silencio, no me resulta desagradable, pero es obvio que si pensó en algo similar.

— Discúlpame.

Río ligeramente:

— Pasa por favor.

Quizá está agradecida de que no puedo ver su cara de arrepentimiento en este momento.

— Sígueme, mi consultorio está acá.

No me dice nada, puedo sentir algo de tensión sobre mis hombros. Siento su mirada sobre mi espalda, ¿es la ansiedad que he sentido toda la mañana o es que tiene un aura algo... Pesada?

Abro la puerta y ella por fin habla:

— Para eso eran los nardos...
— Son preciosos, ¿no crees?
— No puedo creer lo hermosos que se han puesto. Les gustó tu consultorio.
— Imagino que sí... Hace algún tiempo cuido algunas plantas, pero es la primera vez que me animo a meterlas a mi consultorio.
— Están preciosos, Byul. Han desprendido un olor muy dulce.
— Gracias. —Sonrío— pero dime, ¿qué te sucedió?
— Ah... Me lastimé en el trabajo.

Toco su vientre y hombro simultáneamente para poder pasar y sacar el cajón de la herramienta sin golpearla. Ella se hace a un lado casi al tacto.

— ¿Qué has sentido?
— Primero, la siento muy caliente, está inflamada. Siento un dolor creciente.
— ¿Es un dolor estático o punzante?
— Punza.
— Siéntate en la camilla.

Escucho sus pasos hasta que se detienen, está sobre la camilla:

— Jung me dijo que fue tu mano derecha, ¿es correcto?
— ¿Quién es Jung?
— La que agendó tu cita por el teléfono ayer.
— Ah. Sí, es la derecha.
— Bien, dámela.

Estiro mi mano y ella tarda un poco más de lo habitual en dármela.

— Sé qué tienes dudas, pero no en vano tu misma jefa me ha recomendado, ya lo descubrirás.

Ella no contesta y me siento otra vez, con un ambiente tenso. Agradezco tanto que Vivaldi sigue sonando.

Empiezo a hacer el conteo de los huesos, todo están en orden, entonces fue un tendón.
Con cuidado empiezo a tentar, hasta que llego a un extensor y ella intenta alejar su mano, acción que detengo tomándola con ambas manos:

— Tranquila, ya lo tengo.

Con cuidado, pongo gel analgésico sobre su palma, su respiración es irregular, hace notable el dolor.

Ante la tensión de todo, me apresuro a hacer lo que bien conozco, en menos de 30 minutos estaba vendado su mano, el trabajo estaba concluído.

— No puedo creer que lograras que ya no me duela.
— Creo que aprendí bien mi profesión.

Ambas reímos y otra vez, ella hace notable un silencio. Hacía ya muchos años no me ponía así de nerviosa un silencio donde no pudiera saber que estaba haciendo la otra persona.

— Me gusta tu camisa.
— Quisiera saber cuál es...
— ¿Perdón?
— No sé cuál camisa es, sólo me la puse... ¿Podrías decírmelo?
— Es azul, con líneas negras... Son líneas verticales.
— ¡Ya la recuerdo! Vaya, sí que me veo bien.

Reímos ante el comentario, esta vez, se apresura a hablar:

— ¿Sigue vigente la propuesta de tomar un café? Si me permite, considero que es un ser luminoso.

Su voz por sí sola es dulce, más en esta oración pude sentir el terciopelo en la misma.

— Me sorprende que recuerdes la invitación pero no que puedes hablarme de "tú", la invitación... Ya tiene algunas semanas... Sigue vigente, Yongsun. 
Pero existe una única condición.


Blind LoveTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang