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"Well girl, what do you think about
staying right here in bed
I didn't hear a word you said
I wasn't that high, I swear"

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Los autos pasaban a toda velocidad esa noche, las luces de los faroles yacían encendidas en las calles junto a la luz lunar. Había despertado no hace más de 10 minutos pero se quedó echada en su cama viendo el cielo oscuro acoplarse junto a las nubes cargadas. Dedujo que serían aproximadamente las diez, no estaba segura, lo único que sentía era su cuerpo pesado y la cara adormecida por haberse dormido apenas llegó de la universidad. En el fondo de su ser hubiera deseado que ese cansancio que sentía se debiera a los aglomerados trabajos de su carrera o al esfuerzo mental por estudiar, sin embargo, tenía en claro que seguir engañándose no hacía más que lastimarla.

Su cama estaba pegada a la ventana de su habitación, así que se quedó contemplando el cielo en rato más. No podía obviar los latidos de su rostro, la hinchazón de sus ojos y el dolor en el pecho, realmente estaba haciendo el esfuerzo de no pensar en nada, quería mantener su mente en blanco y simplemente olvidar todo lo que había estado viviendo. Se rindió cuando sus parpados no retuvieron más y las lagrimas salían a montones de sus iris caramelos; se rindió cuando mordía sus labios tratando de ahogar sus gemidos agrios; se rindió cuando muchos recuerdos transicionaban en su mente como si fuera un video.

Recordándole que Jungkook nunca sería suya.

Sus manos hechos puños arrugaban la tela de su cubrecama, quería gritar para desatar el nudo que irrumpía su garganta. El llanto silencioso no hacía más que desesperarla, estaba odiándose así misma por recordarse que su amiga estaba saliendo con alguien. No estuviera de esta manera si su saliente hubiera sido una mujer, Jimin tenía la autoestima tan elevada que estaba segura que Jeon la escogería de entre miles de mujeres. Sin embargo, ¿Cómo ella podría competir contra un hombre? No había manera, la chica que amaba había escogido a un hombre sobre ella; su amante, su mejor amiga. 

Inconscientemente, estaba sucediendo lo que ella quería evitar. El miserable deseo de querer ser un hombre cis, de querer tener un maldito miembro y un cuerpo duro, quizás de esa forma Jungkook la hubiera elegido. Si tan solo no tuviera unos pechos bonitos, un cuerpo fino y una cara afeminada, quizás, quién sostendría la cintura de su amor sería ella. Negaba con su cabeza mientras regulaba su llanto. 

¡No joder! ¡No quiero ser un hombre! 

Y entonces su dolor se volvió en odio y resentimiento. En menos de media hora había pasado de llorar como una infante a acumular el odio por los hombres en su corazón. Sabía que Jin no tenía la culpa de nada, al contrario, siempre fue un caballero en todas sus letras y un hombre guapo que tendría a cualquier chica o chico a sus pies, pero eso no hacía nada más que cabrearla. La perfección en su físico y personalidad le jodía, le molestaba y lo envidiaba

No me hagas esto, no lo hagas, no te atrevas...— Pidió mirando a la luna como si deseara que le concedieran ese anhelo.

Sus lágrimas no tardaron en secarse con el tiempo y el sueño vino después. Cerró los ojos deseando que algún día pudiera recuperarse del amargo rencor que chispeó aquella noche. 

↭↭

Iba a pasos largos con dirección al baño, miraba el reloj de su muñeca con continuidad, tratando de medir el tiempo para no llegar tarde a su primera clase de la mañana. Se sentía extraña no tener a la rubia al lado ese día, ni siquiera recibió una mensaje de buenos días o un "¿Qué vas a llevar puesto hoy, kook?" 

De un momento a otro ya estaba frente al portón del baño y no dudó en entrar, necesitaba retocarse el maquillaje antes de poner un pie en el salón. Sacó su cosmetiquera y empezó a aplicarse un poco más de rubor en sus pómulos mientras se observaba en el gran espejo frente a ella. Todo le tomó menos de 3 minutos y ya estaba más despierta para empezar su día, sacó su celular y entró a contactos. 

Frunció el ceño cuando la operadora volvía a recalcar las mismas palabras.

Este usuario no se encuentra disponible, deja un mensaje en la casilla de voz.

—tsk

Guardó su móvil y dio marcha a su aula, había una gran posibilidad que Jimin ya estuviera sentada en su escritorio y probablemente no podía escuchar las llamadas debido a que lo ponía en silencio. Una molestia a decir verdad, siempre quería que las personas estén atentas a ella.

Divagó hasta llegar frente a la puerta azul y lo primero que hizo fue llevar su mirada a la carpeta de Park, sin embargo, no contó con que todos sus compañeros ya se encontraban dentro, con la docente delante al pizarrón y un chico a su costado.

¿Qué le trae por aquí, señorita Jeon?— comentó la docente con una mirada juzgante.

Lo siento, profesora Lim, pensé que había llegado a tiempo.— Se disculpó con  inseguridad. Ella realmente pensó que era temprano.

Bueno, entonces la próxima vez no piense y asegúrese— Respondió la mayor con voz de reproche.

Realmente trató de evitar rodar los ojos pero fue inevitable, su mañana había empezado de una manera estresante y solo quería acostar su cabeza en el hombro de su rubia.

—Oh, señorita Jeon, para su información le he designado otro asiento; al costado de su compañero Min— y antes de abrir la boca para reclamarle que no podía hacer eso, la docente se adelantó— Ah-ah y no quiero ninguna queja, desde ahora Kim Taehyung ocupará su lugar.

Sus ojos ardiendo en molestia se posaron inmediatamente en el castaño alto que se encontraba presenciando todo. Lo que hizo aumentar su incomodidad y molestia era el hecho de que ese chico no desquitaba los ojos de Jimin, la escaneaba con una mueca inocente y muy pronto notó que la otra mantenía su cabeza agachada con un intenso rubor en su rostro.

¿Necesita una invitación para que tome asiento o va a seguir poniendo incómodo a su compañero?

No dijo nada y con rabia se dirigió a la parte lateral del aula, solo quería acabar esa maldita clase, almorzar con la rubia e irse a dormir en los brazos de su fuerte novio.

La hora corrió con lentitud y ella no podía despegar su atención del par de chicos frente a ella.

¿Desde cuando Jimin dejó de ser tan tímida como para hacer amigos al segundo que los conoce?

Le ponía inquieta las miradas disimuladas que le daba la chica a ese castaño. Le incomodaba aún más cuando él hacía de todo para tratar de llamar su atención. 

Sabía que sus celos eran injustificables cuando ella tenía un guapo novio que la quería y complacía; Park tenía el derecho de conocer más personas y más cuando ella misma fue quién acabó la extraña relación que tenían. Después de todo habían sido cosa de un rato, sexo rápido y sucio. Ella siempre había sido posesiva y quizás por ello sentía que la rubia aún le pertenecía y sonrió cuando se dio cuenta que solo hacía falta darle un beso a su inocente amiga para tenerla nuevamente en su cama.

Jimin siempre la escojería a ella, no tenía de que preocuparse y menos por un hombre, sabiendo que su ex amante era lesbiana.

Used To Be [과거] Kookmin fem - shortWhere stories live. Discover now