Used To Be [과거] Kookmin fem - short

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"Well girl, what do you think about
staying right here in bed
I didn't hear a word you said
I wasn't that high, I swear"

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Había pasado más de un mes desde que su amistad con Taehyung había florecido y no podía sentirse más feliz. Si bien al principio hubo momentos dónde quería revolcarse en sus lágrimas al ver a Jungkook besarse con Seokjin, su nuevo amigo se las ingeniaba para distraerla y terminaban comiendo algo sentados en las gradas de la universidad.

—¿Qué te tiene así?

Tomó la última cucharada de su helado y se mantuvo en silencio alrededor de un minuto. Taehyung la miraba expectante.

—Hace dos días me llegó algo, de alguien...— arrastró sus palabras hasta hacerlas inaudibles.

—¿Ese "alguien" no será la pelinegra esa?— dijo enfatizando con sus dedos.

—Jungkook— afirmó Jimin.

El castaño dejó su helado a un costado y se acomodó más cerca a la rubia, quería brindarle su completa atención a lo que diría.

—¿Y bien? ¿Me contarás?

Jimin estaba nerviosa. Frotaba sus palmas con ansiedad y movía sus piernas con un leve desespero. Realmente estaba empezando a sentirse incómoda, quería hablarlo pero le daba terror lo que él podía pensar.

—Estoy en el clóset, Taehyung.– empezó.

—Eso ya lo sé, muñeca, aunque ya te dije que no hay ningún problema con ser bisexual.

Y ahí estaba su segundo tormento, había mentido descaradamente. Era lesbiana, le gustaban las mujeres, solo quería estar con ellas, sin embargo, le costaba decir que lo era, está en el armario desde que tiene consciencia, tan solo algunas ex amantes sabían de su orientación. Pensó que si decía ser bisexual el shock para su amigo iba a ser menor pero no contó con la leve sospecha de que Taehyung estaba tomando esa confesión como una oportunidad para conquistarla.

Indirectamente le había dado carta libre a su amigo para que intente algo. Se odiaba porque él era tan lindo y atento que no merecía el rechazo de una chica como ella.

—Ajá, ya no frecuento mucho con ella, lo sabes— comentó.

El contrario asintió en silencio indicándole a proseguir.

—Sé que estoy siendo egoísta al evitarla pero necesito superar lo que tuvimos. Sin embargo..—Titubeó.

—¿Sin embargo qué?

—Desde hace dos semanas no dejaba de venir a mi casa y le dije que no la quería ahí después de que intentó besarme a la fuerza. ¡Joder tiene novio! Y aún así tiene una extraña obsesión con atarme a ella estando en una maldita relación.

A ese punto la molestia burbujeaba en su estómago, de alguna forma necesita desahogarse y decir todo lo que se había contenido. Su amigo la escuchaba con atención.

—Entonces, empezó a mandarme muchos mensajes, solo la dejaba en visto. Hasta que hace dos días..—contar lo siguiente era tan vergonzoso y humillante para ella— hasta que me envió un par de videos..