𝐩𝐥𝐞𝐚𝐬𝐞𝐫 ➣ 𝐫𝐨𝐧 𝐰𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [2]

0.25 every breath you take

0.5

꧁𝐄𝐕𝐄𝐑𝐘 𝐁𝐑𝐄𝐀𝐓𝐇 𝐘𝐎𝐔 𝐓𝐀𝐊𝐄꧂

❝Cada paso que des, te estaré mirando❞

Brina se encontraba frente a un baño que ella describiría anticuado y con paredes amarillentas con manchas de humedad. El calor de ese pequeño cuarto le asfixiaba, pero no era solo ese pequeño cuarto en particular, toda la casa emanaba calor y humedad, los ventiladores de techos no andaban y tenía que mantenerse fresca mojando su cara, cuello y frente cada quince minutos. ¡Vaya misión! pensó mientras se observaba en el espejo descuidado, llevó una mano hacia su nuevo flequillo, lo acomodaba sin dejar de mirar el también nuevo color de su cabello. Fue idea de Dumbledore, por suerte era un hechizo y cuando volvía a su casa temporal el hechizo se desvanecía y regresaban sus cabellos castaños con tintes dorados. Aunque no iba a negar que este tono más oscuro resaltaba sus ojos verdes, seguía peinando su flequillo, también parte del hechizo.

Suspiró y siguió observando su apariencia, no había cambiado demasiado, Dumbledore rechazó la idea de usar una poción multijugos, Harry era dueño de varios falsocopios, además seguramente prefería a alguien con una cara conocida que lo observará, eso pensaba Dumbledore. Así que la otra personalidad de Brina era Kaylee Payne una muggle de pecas con el cabello castaño y ojos verdes que pasaba sus veranos ayudando ancianos que vivían solos como la señora Figg, dueña de demasiados gatos. La señora Figg vivía en frente de una casa de una extraña familia, eran cuatro, pero el cuarto integrante solo pasaba los veranos en esa casa y este verano particular, se la pasaba tirado en el pasto debajo de la ventana del living. La señora Figg sabía la verdadera identidad de Harry Potter, el niño que sobrevivió y de la de su nueva ayudanta Brina, ella era una squib, pero no era resentida ni amargada como el celador de Hogwarts, Argus Filch. Obviamente, Harry desconocía de lo que ocurría en la casa de enfrente suyo, que tendría alguien que conociera el lado de su vida que tanto amaba y quería regresar.

Brina estiró su short de jean, el estilo de su alter ego era un poco oscuro y roquero, para alejar a la gente no deseada como Dudley Dursley. Su estilo consistía en remeras negras estampadas con algún mensaje levemente inapropiado para las familias vivientes en Privet Drive, como el poster de la película muggle El Exorcista que había visto con Ginny unas noches atrás, Ron no se animó a verla con ellas, aunque no dudó en quedarse con Brina después de la película para "asegurarse" de que no sufriera ningún tipo de trauma, claramente Brina se encontraba bien pero no le molestaba la compañía. También tenía unos anteojos de sol oscuros ovalados, zapatillas converse negras. Pensaba que se veía ruda.

— ¡Linda! ¿Estas bien? — preguntó la señora Figg detrás de la puerta, Brina se estaba tardando y eso le generaba duda y nervios a la anciana, lo podía sentir. La verdad era que la castaña no quería estar allí, no quería aceptar la realidad, su padre y su hermano estaban muy nerviosos estos días, habían re abierto o lo que se que hayan hecho la Orden del Fénix, que la última vez que estuvo operando fue cuando Voldemort estaba en el poder, aterrorizando la comunidad mágica. Brina estaba allí, para escuchar las emociones y pensamientos de Harry, Dumbledore se lo había ordenado, le había enseñado cómo poder escuchar emociones de las otras personas, hasta sentirlas si eran demasiado fuertes, y las de Harry lo eran. Estaba demasiado furioso.